Un terreno sucio, contaminado y empobrecido fue transformado por Serafín Casimiro, un abuelo de 83 años, que vive en Argentina.
Después de jubilarse, el señor Serafín se propuso limpiar la basura que ocupaba todo un terreno frente a su casa.
Con esfuerzo y poco a poco logró convertirlo en una plaza donde ahora juegan los niños y lo disfrutan los vecinos de la localidad de Cerrillos.
“En su momento fui encargado del mantenimiento de la plaza principal de mi ciudad y cuando me jubilé tuve la necesidad de hacer algo. Entonces, vi que, frente a mi casa, a las orillas del ferrocarril, estaba todo abandonado, con pozos, pastos largos y mucha basura. Así que decidí pedirles a los vecinos que dejaran de arrojar residuos para empezar a trabajar”, dice Casimiro al medio Crónica.
“Una vez que tuve el terreno limpio, comencé a plantar árboles, pinos, palos borrachos, cactus de diferentes tipos, paraísos, rosales, pensamientos, palmeras y otros ejemplares. Además, coloqué algunos bancos”.
Casimiro aún se en encarga de inspeccionar el área a pesar de que los empleados municipales mantienen el lugar en perfectas condiciones.
El Concejo Deliberante de su localidad le otorgó un reconocimiento como “Vecino destacado por contribución a la mejora de la calidad de vida”.
Con información de: nation.com.mx
