abril 23, 2024
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febrero 18, 2019 | 257 vistas

Arnulfo Mata Huerta.-

Corría el año de 1984 y el ciclismo victorense estaba en todo su apogeo, aquellos aguerridos ases del asfalto, como Gerardo Villanueva, Jesús Huerta, Elías Soto, Arturo “Camarón” Verdines, que también era una promesa del beisbol, jugando para el equipo Tigers del Camino Real, con Antonio Martínez, corredor que fue con la bicicleta turismera y buen colaborador de la Asociación Estatal de Ciclismo, que dirigía en aquel entonces Rodolfo “Fito” Lara Martínez.

Hubo en ese año una emocionante carrera, donde Rigoberto González, muy jovencito, impuso su ley en el asfalto ganándole a verdaderos corredores de aquel tiempo, ganó la competencia durante el tramo Mante-Victoria, no sin antes poner a prueba toda su capacidad y juventud, como esas ganas de ser el mejor, arribando a la meta instalada en el ocho Matamoros, donde el comentarista de la Organización Radiofónica Tamaulipeca, Andrés García, daba los pormenores del arribo de los competidores, ante la algarabía de los aficionados que estaban presentes disfrutando de la final donde Rigo cruzaba la meta, ante la sorpresa de todo el público, digo, por ser en aquel tiempo el más joven de la jornada y un servidor, como reportero de deportes, era testigo de esta recordada gran final del ciclismo.

Rigoberto González, todavía activo en esta disciplina, nos hace un recuento de lo que fue esta su gran carrera.

“Recuerdo que fue en el año de 1984 cuando gané mi primer campeonato estatal Élite entre  Mante-Victoria, 145 km llegando a Ciudad  Mante, la misión era clara, ganar ese campeonato, mis compañeros de equipo Elías Soto Henrry González, Benito Cardona, Chavita Pérez, Manny Pérez; cuatro “capos” del ciclismo en aquella época, ellos eran los fuertes, yo solo venía a ayudar como gregario, nos enfrentábamos a grandes exponentes como “Camarón” Verdines, Jesús Huerta, Zacarías del Toro, Francisco “Panchillo” Treviño, Isaías “Pijulla” Martínez, Themo Mora, Ismael Zavala, “Güero” Torres y muchos más que escapan a mi memoria, en la meta de salida todo era alegría, cada quién apoyando a su equipo”.

Agrega Rigo: “Listos, arrancamos, nos esperan 145 largos kilómetros, pasando El Limón me lanzan al ataque, mis compañeros salen a mi rueda tres corredores, hacemos equipo, llegamos al pie de la Cuesta de Llera con solo dos escapados ‘Pijulla’ y yo, la indicación de mi DT Toño Martínez era clara, destrozarle las piernas en la montaña sin compasión, lanzo mis ataques demoledores y lo suelto, gano el Campeón de Montaña, sigo de frente, llego al Trópico, ya tenía tres minutos de ventaja, paso La Herradura, crece la ventaja a cinco minutos, llego a la vía, diez minutos, se me acerca el coche de mi DT y en su rostro se refleja su alegría, “este campeonato ya es nuestro mi Rigo” me dice, llego al Motel Las Fuentes y una patrulla de tránsito ya espera y me abre paso para llegar a la meta, que estaba ubicada en el Ocho Matamoros, pleno centro de la Ciudad, la patrulla enciende la sirena y eso me da mucha fuerza y pasando el Hotel Panorámico, cuál sería mi sorpresa, entro a la calle Ocho y está llena de gente por ambos lados y en meta mi gente y mi familia de mi barrio bravo de la colonia Mainero esperándome para darme un abrazo de bienvenida, una emoción enorme, la piel se me pone de gallina, llego triunfador a la meta, 13 minutos después arriban cuatro corredores, mis compañeros Chavita y Benito logran el tres y cuatro, ‘Pijulla’ de Tampico se queda con el segundo lugar, todo era alegría”.

Continúa el gran campeón de la muy popular e histórica colonia Guadalupe Mainero, cuna de grandes deportistas, dice Rigo: “Pero llega lo inesperado en la Sociedad Guadalupe Mainero, donde se efectuaba la premiación, se oye un fuerte rumor, Tampico está protestándome, según ellos por ser juvenil, en ese momento se entera Jesús Huerta y echa abajo esa protesta diciéndoles: “Vergüenza nos debería de dar que un juvenil nos haya ganado, déjense de cosas y vamos a felicitar al muchacho, nos ganó a la buena”.

“Recuerdo que esa ocasión la carrera se trasmitió por radio, era Andrés García, el locutor que cada cinco minutos daba un informe de como veníamos, uff, que bonito es lo bonito, verdad de Dios”. Feliz fin de semana mi gente bonita DLB.

Y así termina la narración que hace Rigoberto González, un gran campeón del ciclismo victorense, ese 1984 será recordado para siempre, para este entusiasta aficionado al ciclismo de ruta, queda para la historia.

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