abril 18, 2024
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marzo 14, 2019 | 535 vistas

Ally Opfer, es una chica de 22 años que vive en Cleveland y trabajaba como entrenadora de porristas, pero un día comenzó a sentir un dolor y pensó que eran cólicos menstruales, por lo que acudió al médico y se llevó una gran sorpresa.

Esto pasó en el 2016, cuando al llegar al centro médico, Ally se enteró que estaba embarazada, y no solo eso, había entrado en labor de parto.

“Me sentí totalmente normal, incluso di vueltas y giros normales hasta la última semana que tuve a mi bebé. Tenía mucha energía. Cuando comenzó mi trabajo de parto, pensé que el dolor eran cólicos menstruales, pero se pusieron tan mal que supe que algo grave sucedía. El médico de urgencias que me examinó inicialmente pensó que eran cálculos renales. No descubrieron que estaba a punto de tener un bebé hasta que me hicieron una ecografía para ver qué tan grandes eran los cálculos renales y encontraron a mi hijo”, explicó Ally al sitio Popsugar.

Hoy su pequeño Oliver tiene dos años y su mamá ha contado su historia a varios medios: “No tenía ningún síntoma, me sentía completamente normal, no subí de peso, nunca tuve náuseas, ni cansancio, nada. Me sentí aterrada, yo no estaba preparada para ser mamá y mucho menos para dar a luz”, explicó a la revista People.

Oliver tenía casi 38 semanas de gestación y 10 centímetros de dilatación, al realizar un ultrasonido los médicos descubrieron que el bebé no estaba en la posición ideal, por lo que tuvieron que hacer una cesárea, ya que la presión sanguínea aumentó y podía morir.

“Después del ultrasonido diez personas fueron a mi habitación a preguntarme si había estado embarazada. Les dije que no. Mis pruebas salieron negativas. Cuando me sacaron sangre dijeron que los glóbulos blancos estaban elevados, por eso pensaron que eran cálculos renales”, relató.

Mientras yacía en la mesa de la sala de operaciones esperando una cesárea, pensó que “no hay manera de que me saquen un bebé”. Entonces lo escuchó llorar.

“Siempre quise ser madre, amo los bebés, una vez que pasó el shock me emocioné muchísimo. Realmente fue impactante, estaba aterrada. Hoy estoy muy feliz con Oliver. Nació el 23 de diciembre de 2016. Es el primer nieto de mis padres y el primer niño (varón) en la familia en 43 años”, explicó Ally.

Con Información de: Chale México

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