Redacción.-
Cd. Victoria, Tam.-
La decisión de enviar ahí los juegos mecánicos que estuvieron durante varios años en la explanada de la Unidad Deportiva Adolfo Ruiz Cortines, no solo provocó que las plazas De los Fundadores y Héroes de la Independencia, Nueve Allende y Abasolo y 22 Hidalgo respectivamente, perdieran el poco atractivo que tenían, al lucir sucias y sumamente descuidadas.
Aunque en un principio la prioridad fue salvaguardar la fuente de ingresos de quienes subsistían de estos juegos, en la actualidad la autoridad municipal parece haberse quitado un peso de encima, pues dejó de atender ambas plazas, a grado tal que no tienen jardines.
A lo anterior se suma que quienes fueron beneficiados con una nueva opción para sus actividades han dejado caer los juegos mecánicos en el deterioro, con lo que contribuyen a que la imagen de las plazas sea más que de un lugar atractivo para descansar, una zona fantasmal que todos aprovechan, pero nadie cuida.
En el 22 Hidalgo, la plaza que se conoce como “de la estación”, no hay césped y son pocos los árboles que dan sombra, hay alrededor de ocho juegos mecánicos, de los cuales solo parece funcionar la mitad.
Además, en el lugar y sobre la acera oriente (22) hay seis puestos de comida y hasta una panificadora móvil, los cuales están permanentemente en el lugar, es decir, que no son retirados cuando no están siendo usados, el lugar parece un atracadero.
Por lo que respecta a la plaza De los Fundadores, si bien tiene menos juegos mecánicos, cinco, hay seis puestos de comida, la mitad de ellos en sus banquetas y usan como comedores las zonas peatonales y hasta donde se supone son jardines.
Sin embargo, lo más deprimente en esta plaza es que las fuentes llevan años sin funcionar y están sucias, además de que sus banquetas acumulan residuos y desechos de los puestos, que incluyen también a varios boleros.
Todo esto parece no importar a la autoridad municipal, a pesar de que diariamente acuden a cobrarles lo correspondiente al permiso por uso de suelo, sin contar todo el trabajo que se requiere para que vuelvan a la “normalidad”.
