BARCELONA, España, abril 25 (Agencias)
El FC Barcelona puede ganar este sábado el título de Liga en el Camp Nou pero la Copa que le acredite como campeón no la recibirá hasta el siguiente encuentro en el estadio, el 12 de mayo frente al Getafe, siempre que el club azulgrana entone el alirón antes de ese encuentro.
Aunque el presidente de la Federación Española de Futbol, Luis Rubiales, tenía previsto acudir este fin de semana y hacer entrega del trofeo, en caso de proclamación azulgrana, finalmente desistió de la idea tras las conversaciones que mantuvo con sus colaboradores más próximos y que sentenció en cuanto el Atlético de Madrid, no perdiendo ante el Valencia, mantuvo la sentencia del torneo todavía abierta.
Una fuente de la propia Federación confirmó a ESPN la decisión del mandatario, argumentado en que su presencia en el Camp Nou, sin ser posiblemente el Barça campeón de Liga antes de comenzar el encuentro, podría interpretarse como una falta de respeto para el Levante, que además acudirá a Barcelona con la amenaza latente del descenso.
Ni una posible derrota del Atlético ante el Valladolid el sábado por la tarde cambiaría esos planes, según la misma fuente, a pesar de que el Barça sería campeón antes de comenzar el choque ante el Levante y Rubiales, desde Madrid, tendría tiempo material para llegar al estadio azulgrana, puesto que entre el final del partido en el Metropolitano y el comienzo en el Camp Nou transcurrirán dos horas y 45 minutos.
La Copa que recibirá Leo Messi como capitán del equipo azulgrana, probablemente en la jornada que reciba al Getafe, ya está en Barcelona y ahí se mantendrá custodiada hasta el día de la entrega.
En pleno enfrentamiento con Javier Tebas, presidente de la Liga de Fútbol Profesional y al que acusó un día antes de “insultarme” en la mesa de negociación además de relatar que el presidente de la Liga “está nervioso porque amigos suyos que hasta ahora tenían el control del mercado televisivo han sobornado a miembros de la FIFA y no podemos trabajar con esas personas”, Rubiales prefirió rebajar su perfil mediático y no provocar malestar entre los clubes, en este caso el Levante.
