abril 18, 2024
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mayo 12, 2019 | 275 vistas

Shalma Castillo.-

Viajas una vez y ya no paras…

Flor Elizabeth Reynaga Ibarra es una trotamundos que ha recorrido gran parte de América del Sur.

Y ahora su propósito es conocer los rincones de su país natal, México, y posteriormente el viejo continente.

Estudió Licenciatura en Negocios Internacionales en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales en la UAT.

Es originaria de Xicoténcatl, Tamaulipas, y a sus 26 años de edad cursa la maestría en Ciencias Políticas en Administración Pública.

Realizó el primer intercambio académico al sur de Brasil, en Santana do Livramento, frontera con Uruguay.

Flor nos comparte los mejores recuerdos de su experiencia académica y viajera.

Dice que desde que se entera de la oportunidad que tienen los alumnos de la UAT para poder estudiar en el extranjero le nace la intención, por lo que decide aplicar y finalmente es aceptada.

Aunque al principio tiene incertidumbre de llegar a un lugar nuevo para ella, la compañía de su amiga, que también toma el intercambio, le da valor y experimentan juntas la aventura.

CHOQUE CULTURAL

Al llegar a Brasil, el portugués es la primera dificultad a la que se enfrenta, y para poder entenderse y entender tiene que hablar lento y claro.

Lo primero que resiente en el lugar es la comida, pues allá no hay tortillas ni comen picante.

Pero algo muy particular de allá, es té mate; dice que en todos lados lo toman, ya sea en el parque, lugares de reunión, en la escuela, trabajo y aunque haga calor.

Dice que los habitantes son muy amables y serviciales, siempre se prestan para orientar a las personas en caso de que pidan ayuda.

 

LA ESCUELA

Los alumnos son muy competitivos, todos quieren participar, opinar y lo demuestran expresándolo.

Dice que las ganas de aprender por parte de sus compañeros es muy notoria, pues para ellos es muy complicado estudiar un nivel superior, porque necesitan de un buen promedio para tener apoyos para la escuela.

Los maestros son muy buenos, aunque dice que las clases son complicadas, porque dos de tres maestros imparten la clase en portugués, solo uno habla español.

Aunque menciona que con el tiempo va entendiendo y relacionando las palabras y así va siendo más fácil.

Comenta que eso le ayuda para aprender un poco el idioma.

 

APRENDIENDO CULTURAS

Flor platica sobre el viaje a Río de Janeiro donde realiza un tour que la lleva hasta las famosas favelas.

“Seguimos al guía y subimos a las favelas, nos explican que todos los habitantes de esa zona no pagan servicios como Internet, cable, luz, agua y tienen todo, pero como no pueden subir para cortarles los servicios, por lo inseguro que es, tienen todos los privilegios”.

Dice que estando ahí conviven con un grupo de personas, y a los turistas les enseñan a tocar instrumentos musicales como la tambora; “todas las personas que conocimos de ahí son muy buenas, y hasta nos invitan a comer”.

Las favelas son un mundo diferente, a ese territorio solo entran las personas que viven ahí, no permiten acceso a nadie y menos a las autoridades.

También tiene la oportunidad de participar en Rotaract Club de Livramento, haciendo actividades altruistas para ayudar a personas humildes de allá.

Comparte que en un congreso al que asiste le ayuda para ver un panorama distinto; “nos quedamos en casas de campaña, es algo diferente porque todos son muy libres, casa quien opina o hace cosas y nadie las juzga, respetan la forma de pensar de cada quién”.

Y uno de los festivales que celebran es el “Día del Gaucho”, donde toda una semana hacen homenaje de la Revolución Farroupilha, que es un conflicto de la historia de Brasil. Se festeja cada año a mediados de septiembre en Río Grande do Sul.

Es una fiesta en la resaltan las costumbres típicas de ese pueblo, vestimenta y bailes. Todas las personas de ahí llevan vestuario con sombreros y vestidos y dan de comer como una tipo barbacoa que le llaman churrasco, además de tomar mate que ellos le dicen “chimarrão”.

 

RECORRIENDO SUDAMÉRICA

Los viajes son la puerta para conocer nuevos lugares y hacer grandes amigos.

El quedarse en hostales es una oportunidad para conocer a personas de todo el mundo.

En Chile la gente es un poco fría, en Argentina la comida es muy rica, aunque algunos argentinos sí le hacen honor a la fama de “sangrones”, Machu Picchu es un lugar increíble con paisajes maravillosos.

“Conocer a otras personas, vivir fuera, estar lejos de la familia, es algo que valoras, pero aprendes de la experiencia, conoces culturas, aprendes idiomas y tradiciones”.

 

PERDER EL MIEDO

“Todos tenemos miedo de hacer algo diferente, pero se trata de poder perderlo para conocer el mundo, tener experiencias de las que no se van arrepentir y van a recordar toda la vida, conozcan, viajen, aprendan”.

Sin embargo, Flor advierte que una vez que viajas, ya no paras…

“Desde ahí, viajar se ha vuelto parte de mí y empiezo a recorrer mi país, tengo mi botecito de monedas donde ahorro para cada viaje”.

Cancún, Puerto Vallarta, Acapulco, en este verano a Mazatlán y en diciembre a Yucatán…

 

PLANES

Ahora que realiza la maestría en Ciencias Políticas en Administración Pública quiere hacer otra movilidad, pero ahora a España o Colombia.

“La primera opción es España, porque ya conozco gran parte de América del Sur, estoy esperando la convocatoria para hacer los trámites de solicitud y espero poder quedar”.

 

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