abril 26, 2024
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junio 27, 2019 | 9850 vistas

Óscar de 24 años y su bebe Valeria de uno, posan con una tímida sonrisa en su última foto juntos. Ella viste un gorro rosa mientras él la abraza y la sostiene entre las piernas. La imagen trascendió después de que sus cuerpos fueran hallados ahogados en el río Bravo.

Esta última imagen le dio la vuelta al mundo, pues reveló el drama migratorio que viven miles de centroamericanos que tratan de llegar a Estados Unidos. Del trato muchas veces inhumano que reciben primero en México y luego en el vecino del norte.

El máximo responsable de ACNUR, la agencia para refugiados de la ONU, Filippo Grandi, manifestó que el fallecimiento del joven salvadoreño y su bebé son consecuencia de los fracasos de los gobiernos que no han conseguido abordar las crisis migratorias.

“Las muertes de Óscar y Valeria representan un fracaso a la hora de atajar la violencia y la desesperación que empuja a estas personas a emprender peligrosos viajes en busca de una vida segura y digna”, afirmó Grandi.

Los dos, junto a Tania, madre de la niña, partieron a México a principios de abril y estuvieron en Tapachula, donde obtuvieron una visa humanitaria gracias a la política de puertas abiertas con la que el Gobierno de AMLO arrancó el sexenio.

Una línea que cambió tras las amenazas de aranceles Trump y que ha obligado a López Obrador a endurecer las políticas migratorias, lo que ha hecho que en las últimas semanas se recrudezcan las imágenes y condiciones de vida tanto en la frontera sur como la norte.

La familia de Óscar y Valeria aguardaba este jueves en El Salvador la repatriación de los cuerpos, el cual cuesta ocho mil dólares, mismos que el presidente, Nayib Bukele, se había comprometido a pagar después de que uno de los familiares reclamara ayuda.

Con Información de: El País

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