Los familiares de Adolfo y Pablo, de 26 y 16 años de edad respectivamente, pasaban un agradable rato de convivencia, sin imaginar que su día terminaría con una desgracia, luego que los dos jóvenes desaparecieran en las aguas del río Presidio, muy cerca de las vías del tren, en la comunidad de El Walamo.
Tras haber sido notificadas, las autoridades acudieron al lugar de los hechos, así como también los paramédicos de Villa Unión, el personal de Protección Civil, y algunos elementos del Escuadrón Acuático de la Secretaría de Seguridad Pública para atender la emergencia.
Al llegar, los rescatistas colocaron un chinchorro para que los cuerpos de los jóvenes no se desplazarán muy lejos de la zona de la que desaparecieron, mientras otros iniciaron la búsqueda. Después de al menos una hora, los buzos lograron encontrar a Adolfo.
Los elementos, con el apoyo de una lancha, lo sacaron del agua mientras esperaban la llegada de los peritos para que hicieran el levantamiento del cuerpo. Mientras, continuaron el operativo de rescate.
Al llegar los investigadores y tras recoger evidencias, se ordenó a la funeraria de guardia trasladar el cadáver al Semefo, donde se le practicaría la necropsia correspondiente. Ya por la noche los rescatistas detuvieron la búsqueda, por la poca visibilidad para continuar al siguiente día.
Al parecer los jóvenes eran vecinos del fraccionamiento Urbi Villa, del puerto de Mazatlán, y llegaron en compañía de sus familiares. Pero durante la tarde, los hermanos vieron a unos pequeños se estaban ahogando y decidieron auxiliarlos.
Ambos fueron apoyados por otras personas para poner a los pequeños a salvo sin ninguna contingencia, pero Pablo empezó a ser arrastrado por la corriente del río. Al verlo, Adolfo decidió ir al rescate de su hermano, a quien intentó poner a salvo, pero ambos fueron desaparecieron en el agua.
Con información de: debate.com
