abril 26, 2024
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julio 7, 2019 | 399 vistas

Shalma Castillo.-

En Cuba, se detiene el tiempo…

Sus playas, callejones, máquinas y sobre todo, su gente, lo hacen único.

Nabil Sarayd Molina Arredondo decide hacer cambios en su vida personal, sale de la zona de confort y elige viajar al pasado.

Viajar a Cuba le ayuda a desconectarse del mundo, de la tecnología para reflexionar y cambios positivos.

Tiene 31 años y es originaria de Reynosa, Tamaulipas.

Estudió Licenciatura en Negocios Internacionales con Maestría en Docencia.

De allá replicó la idea de su nuevo proyecto: Todo es Lienzo… en Cuba, los niños utilizan las pizarras con gis para dibujar, porque no hay actividades modernas.

Ahora Nabil tiene sus propias pizarras en Victoria y las renta para actividades culturales, es amante del arte en todas sus expresiones, pero en específico de la pintura.

 

EN CUBA SE DETIENE EL TIEMPO

Salir de la zona de confort, para empezar a conocer el mundo, es una decisión que toma Nabil y su ruta parte de Cuba.

La primera impresión “es como si se hubiera detenido el tiempo”, al llegar a cualquier otro país, por lo general cualquier persona utiliza su celular, compra un chip con internet o hace un plan con la compañía telefónica para tener servicio, pero en Cuba tienes que hacer largas filas para poder gozar de ello.

En esa isla, todavía utilizan las tarjetas de antes, a las que le rascabas para obtener los dígitos e introducirlos y poder tener internet.

Por eso es considerado como un lugar desconectado a la tecnología. Y son felices con lo que tienen.

 

CONOCIENDO CUBA

Una de las primeras experiencias que tiene en ese país, es conocer el proceso del habano con un maestro torcedor (es la persona que “esculpe” un habano).

Dicen que en ningún lugar de la tierra se encuentra un habano como el cubano, porque la calidad y humedad de la tierra, la experiencia para elegir la hoja, es único.

La comida, es tema complicado, sobre todo si eres mexicano y estás acostumbrado a la tortilla, la salsa y la carne. En Cuba consumen muy poco la carne de res, es más común la de cerdo, comen más pan y harinas.

Es común comer en los “paladares”, son restaurantitos en casas, pero es difícil encontrar platillos: “pedimos huevos y nos dicen que ese día no hay, porque a ellos les dan un tipo de despensa, pero les tocan siete huevos al mes por familia y los usan para venderlos”.

Nabil platica que también le toca vivir la dificultad de poder encontrar productos de higiene personal.

Por alguna razón, dice que olvida su desodorante y tratar de conseguir uno, es toda una odisea.

“Cuando pregunto en dónde puedo comprar un desodorante, lo primero que me dicen es que son muy caros, y cuando voy a la única tienda de la avenida principal que es más para extranjeros, porque los cubanos no tienen la solvencia para comprar en esa tienda, no hay, hasta que después de recorrer algunos lugares, logro encontrar. Las tiendas y ‘droguerías’ así les dicen a las farmacias, están casi vacías, no hay muchos productos”.

 

LA VIDA DEL CUBANO

Por mes, cada familia recibe canastas básicas de alimentos, les dan una libra de azúcar, una hogaza de pan, siete huevos y un poco de otros productos, lo que regularmente en México una persona consume en una semana.

Los cubanos buscan obtener ingresos adicionales y su mejor entrada económica es el turismo.

La mayoría se dedica a hacer recorridos, y lo sorprendente es que la mayoría de ellos tienen una profesión, desde ingenieros, radiólogos, doctores, y como el salario es muy bajo, ganan dinero por otros lados.

Entre los recorridos pasa por el Callejón de Hamel, un pequeño lugar que en 200 metros expone el arte cubano; el centro Histórico de la Habana, el cual es declarado patrimonio cultural de la humanidad y el Capitolio Nacional. También le toca apreciar la ceremonia del cañonazo declarado como patrimonio cultural desde la Fortaleza de San Carlos.

Algo muy famoso en Cuba son las “guaguas” el transporte público (es divertidísimo), también conoce las casas comunitarias (lugares donde una vez al mes se le permite al pueblo cubano vender habanos y ron como “apoyo” por parte del Gobierno, pero esa es la historia corta).

“Conocer Cuba es de las mejores experiencias, observarla es contemplar el tiempo en suspensión, su arquitectura, la falta de puntos con acceso a internet o televisión de paga, los niños jugando, las calles volviéndose pista para rumbear, el atardecer en el Malecón de la Habana viendo pasar las máquinas (carros antiguos bellísimos)”.

“La plática amena y el trato amable del cubano, que a pesar de todas las carencias que tienen y que son notables, siempre hablan de su lugar como algo maravilloso, de su gente con calidez, de lo orgullosos que se sienten de pertenecer al lugar, considero que todos debemos tener un viaje así, uno que te vuelque a la introspección y a valorar lo que uno acostumbra a dar por sentado”.

 

ANÉCDOTAS PARA RECORDAR

Al visitar la Playa Santa Marina, únicamente llevan toalla y un cambio de ropa, ya que la comida, piensan comprarla ahí.

Al preguntar dónde venden comida, ven que hay una fila “larguísima” en el lugar y deben esperar.

“En ese lugar venden una cajita con dos chuletas de puerco, arroz y repollo, cuando pagas solo te entregan la comida sin cubiertos, y preguntamos que dónde los daban y dos chicas cubanas nos dicen que no dan cubiertos, que se come con credenciales, ¿cómo con las credenciales?, ‘¡sí, con las credenciales!’, entonces tuvimos que sacar nuestras tarjetas y utilizarlas como cucharas, porque no acostumbran a dar desechables”.

Otra experiencia, es que los cubanos tienen prohibido salir del país sin un permiso sellado y autorizado por su Gobierno; “al regresar, en el aeropuerto me detienen al menos por 40 minutos revisando mi pasaporte y las maletas, al final me dice la chica que muchos cubanos intentan “escapar” del país de esa forma”.

 

LO MEJOR DE CUBA, SU GENTE

A pesar de todas las carencias, privaciones y todo lo que viven, no se entristecen, como ellos dicen “no se echan pa’ abajo”.

Cuba es una ciudad que se detuvo hace años en el tiempo. Mientras no lo toque la tecnología ahí va a seguir, pero es increíble porque en México ya es imposible ver a niños jugando en la calle con una pelota, ahí es fascinante ver a los niños disfrutar, ir por los callejones y ver a viejitos bailando, fumando el habano.

 

EL PROYECTO TODO ES LIENZO

En Cuba, las tiendas no tienen anuncios con pantallas, ni letreros modernos, son en pizarrón con gis. “Se me hace muy padre y curiosa esa idea, en México es extraño ver una tienda que se anuncie así y ahora tengo pizarras y dibujo ahí”.

Nabil es amante del arte en todas sus expresiones, pero en específico de la pintura.

“Lo considero ‘desfibrilador al alma’, desde que tengo memoria garabateaba en cuadernos, servilletas, en cualquier papel que tuviera, con los años encuentro en la pintura mi catarsis, mi refugio. Cuando estoy inspirada escribo, nada en específico, solo me dejo llevar, me encantan los colores y me considero fan de México, de su cultura de la belleza de sus pueblos mágicos y no mágicos”.

 

CONOCE LUGARES NUEVOS

“Nunca es tarde, no importa cuánto tiempo pase, lo único que se requiere es querer y dar el primer paso, conocer nuevas personas, culturas y lugares es algo que todo mundo debe tener la oportunidad de hacer y así empaparse de otras ideas”.

“Estar en Cuba es una de las mejores experiencias de mi vida, es un lugar lleno de lugares mágicos, su gente cálida, educada y dicharachera dejan un parte aguas para la mía, me dejó apreciar lo que hago, y cosas que por necedad damos por sentadas, conocer Cuba es conocer la resiliencia en cada paso”.

El próximo viaje, es Colombia, en específico, Cartagena por sus playas y estilo de pueblo mágico.

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