Adela Hernández.-
ALTAMIRA, Tam. – Hasta cuatro ataques epilépticos diarios sufrió una derechohabiente de la Unidad de Medicina Familiar No. 16 del IMSS en Altamira, debido a que el medicamento que requería para controlarla estaba agotado y la familia tenía que pagar más de diez mil pesos al comprarlo por su cuenta.
Sin otra opción más que esperar, por la imposibilidad de comprar al menos una caja, cuyo costo es de dos mil 850 pesos, la madre de José Tomás Flores se tuvo que “aguantar” desde el 24 de junio y pese a que cada tercer día acudían a la unidad médica para preguntar si el medicamento Levetiracetam ya había llegado, la respuesta era la misma: No.
“Cada vez que viene le recetan ese medicamento, pero el 24 de junio no lo tenían, estuvimos viniendo varias veces y nada, la semana pasada de plano mejor llamamos por teléfono, pero no nos contestaron, por eso vine otra vez hoy y me salieron con que no tienen ese medicamento de un gramo, pero que me pueden cambiar la receta por cajas de 500, que se tomará dos, eso lo hubieran hecho desde un principio y mi mamá no hubiera sufrido de ataques”.
Señaló que el neurólogo fue muy claro al indicarles que no podía dejar de tomar el medicamento, pero ante la imposibilidad de comprarlo, no les quedó más remedio que seguir insistiendo en el Seguro.
“A mi mamá le recetan cuatro cajas de este medicamento, el neurólogo así lo indicó, mi mamá ahorita está descontrolada, a cada rato le dan ataques y nosotros no tenemos dinero para comprarlo, ni siquiera una caja que cuesta dos mil 850, nos tuvimos que esperar, pero la que sufrió las consecuencias fue mi mamá”.
