abril 16, 2024
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julio 21, 2019 | 383 vistas

Shalma Castillo.-

Cd. Victoria, Tam.-
Salir de la zona de confort es el primer paso para poder vivir una experiencia y adquirir nuevos aprendizajes…

Eso, a Aylin Nasthasa Langarica Gutiérrez le ha permitido conocer una nueva cultura y recorrer gran parte de otro país.

La originaria de Ciudad Victoria, Tamaulipas, a sus 21 años estudia Negocios Internacionales en la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT).

Ahí aprovecha la oportunidad para realizar intercambio académico a Colombia, en la Universidad Santo Tomás.

Villavicencio, Los Llanos, se convierte en su segunda casa, donde conoce a nuevos amigos y crea una unida familia extranjera.

En Colombia, además de Villavicencio, recorre Bogotano, Tunja, Villa de Leyva, Paipa, Medellín, Barranquilla, Santa Marta y Cartagena…

En esta travesía aprovecha para conocer el ambiente de su pasión, el futbol soccer y vive una experiencia inolvidable…

 

ASÍ EMPIEZA LA AVENTURA

Aylin comparte que el interés de realizar un intercambio a otro país, nace cuando se encuentra haciendo prácticas en la aduana de Matamoros.

“Me entero de la convocatoria del intercambio y decido meter solicitud, cuando me confirman que es un hecho se me complica un poco, porque en ese momento me encuentro en Matamoros, pero la coordinadora me apoya para todos los trámites”.

Una semana antes de partir a Colombia, regresa a Victoria para alistar maletas y despedirse de amigos y familiares.

“Es más entusiasmo que miedo, aunque también sientes que vas a extrañar a la familia”.

 

ADAPTACIÓN EN COLOMBIA

Desde que subes al avión te encuentras con personas del país al que vas y desde ahí empiezas a hacer amigos.

La primer dificultad es con el peso colombiano, en ese país manejan muchos ceros; “en una ocasión, almorzando, era un billete de mil pesos y quise dar uno de diez mil, como tiene muchos ceros se me complica”.

El idioma, aunque es español es un poco complicado.

“A pesar que hablamos el mismo idioma no les entiendo muy bien, porque hablan muy rápido y con palabras raras, en algunas cosas hay que tener cuidado, en una ocasión voy a pedir un licuado y lo pido de plátano y no me entienden, hasta que supe lo conocen como banano”.

El clima es inestable, puede hacer calor y después llover, pero la mayoría del tiempo es muy caluroso.

Aunque Colombia tiene diferentes regiones donde el clima es muy diferente, en Bogotá que es la Capital, siempre está frío, en Medellín el clima es neutral, en ese país no tienen estaciones del año, el mismo clima permanece.

La comida es buena, pero en comparación a la mexicana, le falta un poco más de sazón y sabor. Las empanadas y arepas son de los platillos que más le gustan a Aylin.

Aunque lo típico es la bandeja paisa, pues la venden en casi todo Colombia, lleva frijoles, arroz, aguacate, tipo salchicha y chicharrón, también el caldo sancocho y las aguas, siempre dan la comida con agua de maracuyá, panela que es el piloncillo con limón.

Sin embargo, como todo mexicano, lo más que extrañas estando en el exterior es la comida; picante, tortillas y tacos.

La inseguridad no es tanto como lo pintan, al menos Aylin dice que a ella no le toca percibir ninguna situación insegura.

“Medellín, de donde es Pablo Escobar también es tranquilo, de hecho me toca conocer a un chavo que no le gusta que conozcan Colombia por Pablo Escobar, que está en contra de eso porque su país debe ser conocido por más cosas, que tiene muchos lugares bonitos y personas buenas”.

En Villavicencio amanece a las cinco de la mañana y las clases comienzan a las seis.

 

UNIVERSIDAD SANTO TOMÁS

El campo universitario es grande y muy bonito… describe.

En lo que es la Universidad, ahí nos acoplan con los demás extranjeros y entre nosotros nos apoyamos.

Los maestros son más prácticos que teóricos, y Aylin dice que es mejor porque así retiene más el aprendizaje y es entendible.

“No es tan fácil, llevo cinco materias y de esas como quiera sí le batallo, aunque las paso y todo bien, pero tiene su complejidad”.

Los compañeros de clases son buena onda, y apoyan cuando alguien lo necesita, aunque dice que a veces también siente mucho individualismo, “hay un punto donde sientes que solo ellos quieren salir bien y piensan que les vas a ganar”.

 

AMANTE DEL FUTBOL

Aylin no puede dejar pasar la oportunidad de vivir una experiencia futbolera en otro país, comparar la pasión por este deporte, cómo la perciben y disfrutan en un estadio de futbol.

“Cuando voy a Medellín quiero ir a un partido de futbol para ver el ambiente y todo eso. Pero como voy con otras tres chicas sé que a ellas no les llama tanto la atención y dije no importa yo voy sola, al final una de ellas me acompaña. Nos vamos al estadio y ese día juega el Atlético Nacional de Medellín contra el Deportivo Cali, al llegar todo muy padre, la porra, el ambiente, el estadio, en verdad que lo disfruto, como es un gusto mío, vivir esta cultura del futbol en otro país me emociona mucho”.

 

PARA RECORDAR

“Algunos colombianos al escucharnos hablar dicen que hablamos como en “La Rosa de Guadalupe”… en una central de autobuses entro al baño con una compañera y ella es de la Ciudad de México, tiene el acento más marcado y estábamos platicando y sale una chava del baño y nos pregunta ¿de dónde son?, y le respondemos que de México, y dice “qué padre, las estaba escuchando hablar y hablan igual que en “La Rosa de Guadalupe”, no conocía a mexicanas y siempre quise conocer”.

Aylin comprueba que hasta en Colombia ven el programa de televisión mexicano, y son fan de esas series.

Otra de las anécdotas es la crisis venezolana… “en Bogotá, las calles están repletas de venezolanos, ellos te dan bolívares de allá y te las cambian por monedas colombianas, en las centrales también hay muchos”.

Por otro lado, Aylin cuenta sobre datos curiosos que recuerda; en Villavicencio, se le conoce como los Llanos en Colombia, donde vive Aylin, ahí conoce el baile tradicional “joropo”… “es medio raro, en un baile de la universidad nos invitan a bailar eso, pero la verdad no me sale, está muy difícil”.

También algo que recuerda es el nombre de una carne que comen allá, le llaman “la mamona”, a los mexicanos les causa gracia, pero ese es el platillo típico de los Llanos.

Entre planes, después tiene considerado realizar una Maestría en Logística y ver la oportunidad de poder irse a otro país.

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