abril 23, 2024
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julio 27, 2019 | 139 vistas

Un reciente estudio realizado por investigadores de la University College, ubicada en Londres, Reino Unido, reveló que el añadir risas «enlatadas» a una broma sean percibidas más cómicas para las personas, siempre y cuando sean genuinas y no forzadas.

«La risa está influenciada por cuán graciosas parecen las bromas y creo que eso es porque la risa es una señal muy importante para los humanos. Siempre significa algo», dice Sophie Scott, profesora de neurociencia cognitiva y autora principal del estudio.

«(Con esas risas alrededor) estás recibiendo información no solo de que el chiste es gracioso, sino también de que está bien que te rías», añade, pues no es solo contagiosa, sino que también da una especie de permiso para reírse.

En el estudio, 72 personas fueron sometidas a escuchas 40 bromas diferentes, desde las más divertidas hasta las menos chistosas, mismas que se añadieron intencionalmente, ya que los científicos querían asegurarse de que las risas grabadas fueran la causa.

Gracias a la adición de cualquier tipo de risa, la reacción de los participantes mejoró incluso en los chistes malos, siendo aquellos acompañados de risas espontáneas obtuvieron las mejores respuestas.

«Históricamente, los programas de televisión y radio se grababan en un estudio frente a una audiencia en vivo», explica Scott. «Esto les permitía a quienes miraban y escuchaban sentirse parte del show».

«Sin embargo, como la reacción de la audiencia era natural, algunos programas de comedia que no eran muy graciosos no generaban muchas risas. Por eso, los productores comenzaron a agregarle cada vez más risas enlatadas para provocar una reacción en el público», señala Scott.

Entre los voluntarios del estudio también fueron incluidas personas con autismo, a fin de medir su reacción, destacando que se produjo el mismo efecto en ellos, con la única diferencia de que consideraron que los chistes cortos eran mejores.

Con Información de: BBC

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