abril 20, 2024
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Dejó de ver a sus familiares porque odiaba oírlos masticar

agosto 5, 2019 | 2861 vistas

En algún momento pensó que estaba loco, pero después supo que él no era el único que padece esta condición. Simplemente no puede controlar la ira y pánico que siente ante algunos sonidos.

Derrol Murphy, de 41 años, no ha hablado con su familia ni ha estado presente en las reuniones anuales durante varios años por el rechazo que le provoca escucharlos masticar la comida.

Actualmente vive en San Diego, y sufre de misofonía, un trastorno mental poco frecuente que provoca emociones intensas como ira y pánico en las personas como respuesta a estímulos de ciertos ruidos.

Siempre pensó que estaba loco. Es gerente de producción de una compañía de diseño gráfico y posee este padecimiento desde que tiene memoria. Murphy señaló que esto le ha afectado en su capacidad de sociabilizar con sus pares.

Mencionó que muchas personas no lo entienden y no puedo explicarlo. Se trata de relaciones afectadas, especialmente personas con las que he estado saliendo y miembros de la familia, porque no los soporto.

Asegura que su condición no lo hace ser agresivo ni engreído. Simplemente no soporta los ruidos al masticar de la boca de los demás.

Señaló que no es una persona agresiva, ya los ruidos solo lo enfurecen y ha tenido que abandonar las citas si están masticando muy fuerte ya que su cara lo delata porque hace una mirada de disgusto que no puedo ocultar.

Esta enfermedad, misofonía, contribuyó a la ruptura de mi relación con mi ex, por lo que es enorme que Kurt sea tan comprensivo. La mayoría de las personas dicen que entienden, pero él solo tiene que mirarme a la cara para saber cuándo me llega un ruido.

Cuando Kurt masticaba su mandíbula hacía clic y cuando comenzamos a salir, estaba comiendo con la boca abierta en la primera cita y pensé que no iba a funcionar, y tuve que decírselo rápidamente y me aceptó como soy.

Murphy habla abiertamente del tema para generar conciencia de que este problema existe y que está seguro que no es el único que lo padece e invita a que la sociedad comprenda este trastorno y no juzguen a quienes lo sufren.

Por más rara que parezca, no deja de ser importante la empatía que se debe generar con las personas que lo presenten.

 

Con información de: upsocl.com

 

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