marzo 28, 2024
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agosto 28, 2019 | 991 vistas

Seguramente ya haz escuchado hablar de cuando a alguien se le subió el muerto, algunos lo cuentan como una historia de fantasmas, monstruos u objetos levitando, sin embargo, aunque si es una experiencia espeluznante, no es algo paranormal.

Esto no se trata más que de un trastorno que te impide moverte o hablar inmediatamente después de despertar, y se divide en dos fases cíclicas que se repiten cada aproximadamente 90 minutos durante las horas de sueño.

La primera fase es la de sueño lento y está formada por cuatros etapas:

  • De adormecimiento: primeros diez minutos, del estado de vigilia hasta adormecerse.
  • De sueño ligero: ocupan la mitad del tiempo de cada ciclo; se desconecta del entorno; la respiración y el ritmo cardiaco se ralentizan. Aquí es cuando despiertas repentinamente al soñar que caes de un precipicio.
  • De transición: dos a tres minutos en lo que se entra al sueño profundo.
  • De sueño profundo: ocupa una quinta parte de cada ciclo; determina la calidad de descanso; el ritmo respiratorio es muy bajo.
  • La segunda fase, llamada de movimientos oculares rápidos (MOR) o sueño rápido, es en la cual se forman los sueños y los músculos están prácticamente bloqueados. Ocupa una cuarta parte de cada ciclo y el cerebro trabaja casi tan rápido como cuando se está despierto. Aquí es cuando se presenta la parálisis del sueño.

Al estar en la fase MOR y despertar repentinamente, el cerebro queda atrapado en dos realidades, estar despierto y estar soñando, por lo que cualquier acción, objeto o ser que se imagina en un sueño está “presente” en la vida real… y no es posible moverse o gritar.

Los episodios son aterradores por la confusión que causan, duran de dos a diez minutos y es muy raro que ocurran. Afectan a aproximadamente un 35% de la población mundial, tanto a hombres como a mujeres mayores de 20 años.

Las principales causas de la parálisis del sueño son:

  • Falta de sueño
  • Jet lag (cambio rápido de zona horaria)
  • Cambios en los hábitos de sueño
  • Sufrir narcolepsia
  • Depresión

La depresión y parálisis de sueño

Una investigación de la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño (ASSM, por sus siglas en inglés), en la cual se estudió a atletas universitarios, encontró que la ansiedad y la insomnia no fueron las causas principales del trastorno.

Los investigadores analizaron cuánto dormía cada estudiante y su calidad de sueño. De los estudiados el 18% informó parálisis del sueño ocasional y el 7 que les ocurre al menos una vez por semana. El 24% de la muestra informó sobre alucinaciones aterradoras, y el 11 informó que las experimentan una vez por semana.

Estos alumnos obtuvieron las puntuaciones más altas de depresión. Al ser atletas-estudiantes con una carga de trabajo mayor, el cambio constante en sus hábitos al dormir provocaron —ciertamente— la parálisis, pero la depresión fue la aliciente para que el trastorno se presentara cada semana con mayor frecuencia, algo demasiado extraño en los pacientes promedio.

Éste resulta un avance significativo en la investigación de la parálisis de sueño, pues se encuentra un fenómeno que altera la constancia del padecimiento y —por lo tanto— el daño que puede causar, hasta hace algunos años casi insignificante.

Con Información de: SIPSE

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