abril 25, 2024
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septiembre 19, 2019 | 186 vistas

José del Carmen Perales Rodríguez.-

Cd. Victoria, Tam.-
En ocasión de la conmemoración del Día Mundial del Alzheimer, el próximo 21 de septiembre, la Dirección General de Epidemiología (DGE) dio a conocer que hasta la semana epidemiológica 36 de este año se habían confirmado en Tamaulipas 119 casos nuevos de esta enfermedad, contra 142 en el mismo lapso de 2018.

Al respecto la titular del Departamento de Salud Mental y Adicciones, Soraya Sánchez Diez de Pinos, expuso que durante 2018 la Secretaría de Salud de Tamaulipas (SST) atendió 71, de los 180 casos totales, de los cuales 44 son pacientes femeninos y 27 masculinos.

“El Alzheimer es una enfermedad neurológica progresiva e irreversible, que afecta al cerebro, el pensamiento, la memoria y el lenguaje, es la causa más común de demencia y se caracteriza por pérdida gradual de la memoria, así como un progresivo deterioro de las actividades básicas de la vida diaria y cambios de conducta”, expuso.

Sánchez Diez de Pinos mencionó que los factores que están en menor o mayor medida relacionados con su desarrollo, son la edad, tabaquismo, alcoholismo, hipertensión arterial, eventos cerebro-vasculares, diabetes, cardiopatía e historia familiar de demencia.

“Los casos de demencia en sujetos mayor de 65 años es aproximadamente del cinco por ciento, pero se incrementa al 30 por ciento en mayores de 80 años; mientras que por género es más común en las mujeres que en los hombres, pues casi dos tercios de las personas que padecen la enfermedad de Alzheimer son mujeres”, detalló.

En lo que se refiere a los factores genéticos, la funcionaria comentó que cuando el paciente tiene un familiar de primer grado con demencia por enfermedad de Alzheimer, su riesgo de padecerla aumenta de dos a cuatro veces; asimismo se incrementa en los pacientes con diabetes, hipertensión, dislipidemia, enfermedad vascular cerebral, entre otros.

“No existe tratamiento específico, sin embargo, una dieta sana, el ejercicio físico y la actividad cognitiva y social, contribuyen a reducir el riesgo. Las recomendaciones entre otras son informarse acerca de la enfermedad para prever mejores cuidados y optimizar la calidad de vida del paciente; identificar de manera temprana los factores de riesgo que puedan modificarse a través de estrategias que permitan estilos de vida saludables”, concluyó.

 

 

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