Rogelio Rodríguez Mendoza
Cd. Victoria, Tam. – Además de rezar, la Secretaría de Salud de Tamaulipas se mantiene en alerta máxima por el riesgo que representa para la entidad la alta incidencia de sarampión en Texas.
Así lo advirtió la Secretaria de Salud, Gloria Molina Gamboa, al comparecer ante la Diputación Permanente del Congreso del Estado para la Glosa del Tercer Informe de labores del gobernador, Francisco García Cabeza de Vaca.
Dijo que la situación es más grave porque no hay disponibilidad de vacunas contra la enfermedad.
“Además de rezar tenemos una vigilancia estrecha en la frontera con Estados Unidos porque de los dos mil casos de sarampión confirmados en Estados Unidos 38 son de Texas” indicó.
En México, durante 2019 suman ya 12 casos de sarampión importados, luego de que una maestra que viajó a Italia trajo la enfermedad y contagió a su hija y a una empleada doméstica.
La vigilancia en la frontera se realiza de manera coordinada con las autoridades de Estados Unidos.
“Todo niño menor de 5 años de edad que presente ronchas y fiebre se vigila y se atiende para descartar que sea sarampión” indicó.
La funcionaria explicó que la Secretaría de Salud les ha dicho que cuenta con una reserva de vacuna contra el sarampión ante un eventual brote, pero ella no cree.
Dijo que Tamaulipas tiene recursos para comprar la vacuna, pero el problema es que no hay a quien comprársela, y además la importación solamente la puede hacer el mismo Gobierno federal.
“ESTAMOS EN SERIAS COMPLICACIONES”.
Al responder a interrogantes de los Diputados, Molina advirtió que Tamaulipas está en serias complicaciones por las políticas en materia de salud del Gobierno federal.
Detalló que el Gobierno federal quiere que el Estado, igual que el resto de las entidades del país, le ceda el patrimonio estatal de salud—que comprende 10 hospitales estatales y 12 federales— a la federación, lo cual representa una agresión a la soberanía de Tamaulipas.
“La línea del gobernador Francisco García Cabeza de Vaca es un “no” a la federalización” señaló.
Para presionar a los Estados, el Gobierno federal está condicionando la entrega de recursos para salud en el 2020, a la firma de un convenio para la compra consolidada de medicamentos.
Sin embargo, a diferencia de otras entidades cuyos Gobiernos han sido presionados para que acepten la compra consolidada, a Tamaulipas no tienen de donde “agarrarlo”, por lo que la administración estatal hará su propia compra de medicamentos.
Insistió en que las decisiones que está tomando la administración de Andrés Manuel López Obrador afectan sensiblemente los programas de salud, porque desprotege a la ciudadanía.
“Quieren desaparecer todas las formas de asignación de recursos federales a los Estados porque ellos quieren aplicarlos a discreción. Por eso van a desaparecer el Seguro Popular” indicó.
Ante ello, Tamaulipas tiene un plan “B” que consiste en invertir recursos propios para garantizar el derecho a la salud de la ciudadanía.
