abril 26, 2024
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octubre 5, 2019 | 167 vistas

Rubén Jasso.-

Una gran experiencia fue la que vivió el ciclista victorense Jesús Díaz de León Cárdenas al participar en el evento internacional denominado “Caballitos de Acero” que se celebró del 27 al 29 de septiembre en Duitama, Colombia, en donde se enfrentó a más de cincuenta competidores en su categoría.

“Jesusito”, como es conocido el pequeño pedalista, cumplió recientemente los once años de edad, pero en la competencia en tierras cafetaleras se enfrentó a ciclistas un año mayor que él, factor que lejos de desanimarlo, lo impulsó a dar su mejor esfuerzo y logró una gran actuación.

El reto para el victorense fue bastante grande, tomando en cuenta que iniciaron la carrera más de 50 competidores cuyas edades fluctuaban entre los 11 y 12 años, pero la dificultad aumentaba para muchos de ellos porque la justa se realizó en un lugar a dos mil 400 metros sobre el nivel del mar, mientras que Jesús entrena en esta Capital a una altura de 330 metros.

Además, en la primera etapa la pista presentaba pendientes de considerable dificultad para el victorense, mientras que en la segunda fue tomando confianza y logró alcanzar una velocidad promedio de 35 kilómetros por hora.

Desafortunadamente para varios competidores, hubo incidentes y caídas que les impidieron continuar con el recorrido en la tercera etapa, no así “Jesusito”, quien siguió adelante y logró reponerse de una caída para mantenerse en la pelea.

Para entonces el victorense ya tenía muy claro su objetivo y recuperando fuerzas fue como logró ascender a dos mil 900 metros sobre el nivel del mar en la pista conocida como “La Vuelta al Mundial”, donde la respiración era otra de las circunstancias a resolver.

Finalmente, Jesús Díaz de León Cárdenas logró llegar a la meta entre los primeros 20, posición que lo dejó sumamente contento tomando en cuenta que fue su primera competencia internacional y por los factores adversos que tuvo que superar.

Además del esfuerzo y el papel que hizo en la competencia, “Jesusito” regresó sumamente contento de Colombia por la amistad que logró hacer con competidores de Bolivia, Costa Rica, Venezuela y del país anfitrión, además de vivir gratas experiencias como el haber conocido la casa de Egan Bernal y de Nairo Quintana, dos ciclistas más representativos de Colombia.

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