Los hechos ocurrieron en la comunidad de La Cantera, Tlalpujahua, en Michoacán, donde un pequeño taller clandestino de pirotecnia voló en mil pedazos, junto con los habitantes de la humilde vivienda construida de madera y cartón.
Informan los vecinos, que la familia que habitaba el humilde lugar, se dedicaban a la venta ilegal de pirotecnia y que la vivienda también era utilizada como taller.
La explosión fue escuchada a varios metros a la redonda, donde vecinos intentaron sacar a las víctimas de la vivienda, pero no fue hasta que llegaron elementos de primeros auxilios, que se pudo rescatar a un menor de apenas 4 años de edad, con heridas graves en la cabeza y único sobreviviente de aquella tragedia.
El menor fue enviado de emergencia al Hospital General de Maravatio.
Mientras tanto, sus familiares no lograron sobrevivir a la explosión y entre los restos de pólvora, se encontraban sus restos desmembrados y las autoridades correspondientes se encargaron de juntar los restos.
Con información de: debate.com
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