Científicos del Reino Unido, Estados Unidos y Japón, no se ponen de acuerdo respecto a un animal hallado en 1950 por un coleccionista de antigüedades, de apellido Tully, el cual poseían una columna vertebral pero parecía un pulpo o un calamar.
Un estudio publicado en Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, ha desconcertado a quienes lo encabezan, los doctores Chris Rogers y Maria McNamara del University College Cork, desde el descubrimiento de los fósiles hace 60 años.
En el 2016, un estudio reveló que Tully contaba con una varilla rígida de cartílago que sostenía su cuerpo y branquias, mismo que lo convertía en un pez primitivo depredador, sin embargo, los científicos creen que no es así, tras estudiar sus ojos.
Con la ayuda de un acelerador de partículas para determinar las proporciones de elementos en los ojos de los vertebrados e invertebrados modernos, pudieron establecer una comparación con el antiguo Tullimonstrum.
Fue entonces que descubrieron que la disposición de los melanosomas en los ojos del animal prehistórico era más similar a la de los invertebrados modernos que a la de los vertebrados.
Rogers, quien dirigió el estudio, escribió en The Conversation: «La química de los ojos de Tully y la proporción de zinc a cobre fue más similar a la de los invertebrados que los vertebrados».
«Esto sugiere que el animal puede no haber sido un vertebrado, lo que contradice los esfuerzos anteriores para clasificarlo», sin embargo, tras estudiar los ojos del fósil descubrieron que contenía un tipo diferente de cobre al de los invertebrados modernos.
El Dr. Rogers agregó: «Si bien nuestro trabajo agrega peso a la idea de que Tully no es un vertebrado, tampoco lo identifica claramente como un invertebrado», por lo tanto, de momento es imposible clasificarlo.
Con Información de: endi