Una familia en Wiethagen, una pequeña ciudad al norte de Alemania, se encontraba desconsolada enterrando a uno de sus familiares y como lo marca la tradición en su país, después del funeral se dirigieron a una cafetería con el resto de los invitados.
Los meseros del establecimiento les sirvieron lo acordado, te y rebanadas de pastel, pero momentos más tarde algunos de los invitados empezaron a sentirse raros, algunos tenían náuseas y mareos y 13 de los asistentes tuvieron que ser atendidos por haber sufrido una intoxicación.
La policía se encargó del caso y tras haber interrogado a los trabajadores y a las víctimas, llegaron a la conclusión de que el pastel que habían comido los invitados contenía algo imprevisto, marihuana.
Los trabajadores revelaron que el dueño de la cafetería le había encargado a su hija de 18 años la preparación de la tarta, pero la joven no solo se limitó a preparar una, sino que hizo una igual con marihuana para otra ocasión, al terminar puso las dos tartas en el refrigerador.
Entonces, cuando su madre sirvió el pastel a los clientes se equivocó y los comensales tuvieron que degustar un pastel con cannabis el cual fue el causante de sus malestares. Todas las personas lograron recuperarse al poco tiempo y ahora la policía investiga a la joven por posesión de drogas.
Con información de: Elconfindencial.com