Cuando caminaba por el campo, una joven argentina halló a un cachorro indefenso en una cueva, por lo que decidió llevarlo a casa. Lo cuidó y lo alimentó por tres meses creyendo que era un gato, hasta que se dio cuenta que se trataba de un puma yagouaroundi.
La joven también había encontrado a dos cachorros en la cueva amamantándose de su madre muerta, y se llevó a ambos a casa; pero uno de ellos murió y sólo se quedó con Tito, a quien crió como un gato.
Conforme pasaba el tiempo la fisonomía del felino cambiaba, por lo que empezó a sospechar que no era un gato. Entonces, decidió llamar a la Fundación Argentina de Rescate Animal (FARA) para que se lo llevaran.
Las autoridades que rescataron al felino señalaron que: “Afortunadamente, ella nos llamó y, de buena onda y corazón, nos entregó el animal porque se dio cuenta de que no era apto para su casa. Lo enjaulamos y llevamos al veterinario que trabaja con nosotros».
Cuando fue revisado, Tito presentaba un daño en una de sus patas traseras; no obstante fue trasladado a una zona protegida, donde será atendido y posteriormente liberado para que regrese a la naturaleza.
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Con información de: debate.com
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