México, 5 Dic (Notimex).- Existe el mito de que las palomas presentan grandes riesgos para la salud de los seres humanos, sin embargo, los defensores de animales afirman que esa falsa creencia es resultado de los prejuicios y la desinformación.
De acuerdo con la evidencia científica, los excrementos de paloma pueden transmitir, cuando se inhalan, hongos Cryptococcus, responsables de enfermedades como la criptococosis (infección pulmonar) y la neurocriptococosis (infección del sistema nervioso central).
Sin embargo, las investigaciones hacen hincapié en que el contacto con excrementos de paloma que conduce a la criptococosis u otras enfermedades es raro.
De acuerdo con un artículo publicado en la BBC, la gran mayoría de personas expuestas no se enferman porque la resistencia natural a estas enfermedades es alta entre los humanos, aseguran los estudios.
No obstante, la criptococosis y la neurocriptococosis se conocen popularmente como «enfermedades de las palomas».
El veterinario Daniel Vilela, del Instituto Brasileño del Medio Ambiente (Ibama) de Minas Gerais, aclaró que “no existe una enfermedad de la paloma en si misma. Hay otras formas de contraer criptococosis”.
Los hongos Cryptococcus están presentes en excrementos de otros pájaros, frutas podridas o materiales orgánicos en descomposición.
Otras enfermedades causadas por hongos o bacterias transmitidas por la inhalación de excrementos de aves incluyen a la histoplasmosis, salmonela y enfermedades alérgicas.
Vilela explica que el contacto con el animal en sí no suele conducir a la transmisión de enfermedades y que incluso cuando hay heces en un lugar, una higiene adecuada elimina los riesgos.
Los especialistas recomiendan que cuando se acumulan heces de palomas se humedezcan los excrementos antes de limpiarlos para evitar la formación e inhalación de polvo que pueda estar contaminado con hongos y usar una máscara facial desechable.
La preocupación por las palomas debe ser similar a la presencia de una gran cantidad de animales de cualquier especie, cuyos excrementos también pueden, en algunos casos, transmitir enfermedades.
Los expertos sugieren sellar grietas y espacios que conducen a techos o sótanos y crear barreras físicas en lugares donde estas aves puedan posarse también evita el contagio de alguna enfermedad.
En interiores, donde las aves se refugian, las posibilidades de contaminación son mayores. «Pero eso sucedería con cualquier animal, no sólo con las palomas», dice Vilela.
«Los hongos responsables de estas enfermedades están presentes en los excrementos de palomas, pero no necesariamente se transmitirán a las personas», afirman infectólogos.
“Las poblaciones humanas en las grandes capitales de los países europeos han estado viviendo durante siglos con una enorme población de palomas, y nunca se han observado brotes de criptococosis o histoplasmosis y en ningún momento se mataron animales», argumentan.
Desde que comenzó el proyecto Save the Doves y se compartió información en las redes sociales, la activista Fernanda Juliana dice que ha recibido varias solicitudes de orientación de personas que desean ayudar a estas aves para evitar que sean agredidas o asesinadas.
