El actor Ethan Suplee reconoció que llegó a pesar 240 kilos; ahora la comida la mira desde una perspectiva diferente y solo piensa en conseguir unos abdominales perfectos y estar en forma.
Y es que cuando se trata de peso, todos somos iguales, no importa si somos ricos, pobres, guapos o feos, la balanza no miente al mostrar los kilos de más, que sobrepasan nuestro límite y es hora de adelgazar.
Pero hay una diferencia entre bajar de peso cuando la báscula indica que hay que eliminar algunos kilos a tener que adelgazar porque se tiene que interpretar un determinado papel para alguna serie o película y eres escrutado por millones de ojos.
Es por eso que Suplee, famoso por la serie “Me llamo Earl”, así como en la película «Efecto mariposa», ha tenido algunos problemas de obesidad desde que tenía cinco años, pero fue hasta ahora a sus 43 años cuando ha decidido poner punto y final a esa situación.
Creó un podcast llamado American Glutton, donde cuenta, paso a paso, su relación con la comida durante los últimos veinte años.
Ethan no ha tenido una vida sencilla, ya que ha tenido que lidiar con el sobrepeso desde pequeño, a los cinco años ya tenía sobrepeso; a los diez pesaba casi 100 kilos; asegura que siempre ha estado a dieta. Calcula que, a lo largo de su vida, ha adelgazado (y vuelto a engordar) unos 500 kilos de peso, una situación con la que ahora quiere terminar de una vez por todas.
En entrevista con una revista recordó que hubo un momento en que casi destroza la báscula, llegando a pesar 240 kilos. Ahora quiere recuperar el tiempo perdido y abandonar el cuerpo que le ha perseguido a lo largo de su vida y tener unos marcados abdominales.
Suplee está trabajando duro para conseguirlo; entrena a diario en el gimnasio y ha comenzado a comer de manera racional. Reconoce que cuando no tenía trabajo comía sin pensárselo y cuando ganaba peso era cuando más lo llamaban para trabajar.
Cuanto más pesaba, más trabajo tenía, pero desde que terminó la serie “Me llamo Earl” en el año 2009, sus altibajos fueron constantes y sus excusas eran lo hacían comer lo que quisiera, pero ahora ya no quiere mirar de esa forma a la comida: no piensa volver a pasar por lo mismo.
A Ethan Suplee desde sus años de adolescencia ha comido de manera compulsiva, en esa época ya rondaba los 100 kilos y no pensé en la pérdida de peso otra vez hasta que tuve 20 años.
En aquella época estaba «atontado con la comida, el alcohol y las drogas”. Desde entonces su problema ha ido y venido, la ha pasado mal, al grado de que tiene que comprar dos asientos a la hora de tomar un vuelo.
Fue un amigo quien le presentó a un doctor de Beverly Hills, con el que comenzó una nueva dieta en la que solo comía una galleta salada y pequeñas latas de atún, además de beber agua.
Ahora disfruta de haber perdido peso y ya no quiere recuperarlo; tampoco cree que será mejor para encontrar trabajo. Ahora mira a la comida desde otra perspectiva y solo tiene un objetivo: estar bien, y quiere levantar dos veces su peso, así como tener unos abdominales perfectos y salir adelante.
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Con información de: elconfidencial.com
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