Chantal Martínez Díaz.-
Cd. Victoria, Tam.-
De acuerdo con el estudio “Panorama Estadístico de la Violencia contra Niñas, Niños y Adolescentes en México” de la Organización de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Tamaulipas y Nuevo León ocupan el primer lugar como región donde hay más desapariciones de menores de edad, y el 60 por ciento de víctimas son niñas.
En segundo lugar se extiende alrededor de todo el Estado de México, Morelos y los municipios del norte de Guerrero, mientras que destacan también algunos ayuntamientos del norte de Baja California, (Tijuana, Playas de Rosarito, Tecate) y Sonora (específicamente en Puerto Peñasco y General Plutarco Elías Calles).
En el mapa de las desapariciones infantiles, según la UNICEF, se ilustran dos puntos de riesgo claves: áreas densamente pobladas y puntos fronterizos. “También llama la atención que las defunciones por homicidio y las denuncias de desaparición concurran en la zona entre Tamaulipas y Nuevo León”, refiere el documento editado el año pasado por la Organización de las Naciones Unidas.
La falta de información y actualización de datos en las diferentes instancias, tanto del orden federal como estatal, generan que no se tenga visualizado el alcance real de esta problemática, que afecta cada día a más niñas, niños y adolescentes.
Con la información disponible al 30 de noviembre de 2017, la Unicef refiere que a nivel nacional en ese entonces habían sido reportadas como desaparecidas o extraviadas un total de 34 mil 656 (hoy, según la Comisión Nacional de Búsqueda, se ha elevado a 40 mil 180 desaparecidos en todo el país).
De los más de 35 mil que reporta la Unicef, por lo menos cinco mil 790 son niñas, niños o adolescentes de entre uno y 17 años, esto equivale a prácticamente dos de cada diez personas incorporadas al Registro. Del total de registros de niñas, niños y adolescentes realizados por las autoridades, prácticamente el 98 por ciento corresponden a las procuradurías estatales, quienes han catalogado las desapariciones dentro del fuero común.
De acuerdo con las estimaciones, con la variable de la edad se obtienen diferencias significativas, ya que entre la población de 18 años la proporción de los casos de mujeres es de dos por cada diez casos registrados, mientras que entre la población infantil y adolescente la proporción se incrementa, elevándose a seis mujeres de cada diez casos de desapariciones.
Asimismo, el organismo refiere que además de la falta de actualización de las cifras, existe otro problema, que es el que tiene que ver con el subregistro de casos, ya sea por falta de denuncia o por clasificarse el hecho como otro delito.
Con respecto a la edad, el grupo entre 12 y 17 años es el más afectado, pues agrupa 80 por ciento de los casos activos.
