marzo 29, 2024
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enero 31, 2020 | 324 vistas

Chantal Martínez Díaz.-

Primero un médico particular le diagnosticó una reacción alérgica por una infección bucal; 13 días después los familiares siguen sin saber con precisión qué es lo que le ocurre al pequeño Cristo Lorenzo Campillo Rosas, de cuatro años, quien se encuentra en Oncología Uno del Hospital Infantil de Ciudad Victoria, en la cama 400.

Lo único que le han dicho, hasta ahora, es que el menor presenta leucemia, pero no el tipo ni el tratamiento que necesita para salvar la vida. Les hace falta de información y una explicación sensible de lo que está atravesando el pequeño “Pichu”, (así le puso su prima Brenda, desde que nació).

Y aunque en el nosocomio le han brindado la atención y los medicamentos, su mamá, la señora Guadalupe Rosas Doria, cuenta que el miércoles 29 de enero por la noche tuvieron que volver a tomar una muestra de punción de lumbar, debido a que la primera que hicieron no la pudieron llevar a estudio a Monterrey, Nuevo León, para determinar el tipo de cáncer.

“Apenas anoche le volvieron a picar; hoy en la mañana se llevaron los estudios”, relató la señora que está en espera de que a su hijo comiencen a suministrarle el tratamiento.

Cuenta que Cristo Lorenzo Campillo Rosas solo presentó cansancio, “mucho”, una semana antes de que lo llevara al médico, no hubo otro signo que le indicara que la vida de su hijo estuviera en riesgo, hasta que comenzaron a aparecer las manchas y algunos pequeños moretones en su piel.

“Él empezó con muchas manchas y algunos moretones en el cuerpo, pero a él no le dolía nada ni sentía nada, nunca me dijo nada más. Me di cuenta solo por las ronchas, él andaba bien, como si nada, ocho días antes le daba sueño y cansancio nomás”.

El 17 de enero ingresó al Hospital Infantil con una inflamación en el hígado e infección que lo mantuvieron en el área de urgencias por varios días. Desde entonces el menor ha requerido de transfusiones sanguíneas (B positivo) y plaquetas para contrarrestar los efectos de las células infectadas.

 

DESESPERADA POR TRABAJAR

Lupita cuenta que además de Cristo Lorenzo está a cargo de otros tres hijos menores de edad (de siete, 14 y 15 años); es mamá soltera y es trabajadora doméstica tres días a la semana porque sus patrones no pueden costear más días.

El padre de “Pichu” sí aporta algo de dinero, pero no está presente en este proceso que ha enfrentado prácticamente sola, mientras que otra de sus hijas (la mayor de 24 años) se hace cargo de los hermanos.

Día y noche está en el hospital en espera de que le den de alta a su hijo para llevárselo a casa y ella pueda volver a trabajar.

“Me siento desesperada. Lo que más me apura es que tengo a mis hijos allá en la casa y yo me desespero aquí porque yo tengo que trabajar para sacar dinero, yo se los doy todo a ellos”, expresó.

En el hospital por el momento no le han pedido demasiados insumos, hasta ahora solamente requiere pañales para que en la noche no se moje el menor.

“No necesita muchos, son talla grande, pero me piden que tienen que ser Suavelastic o Huggies, porque con los otros se moja la cama”.

Quien pueda apoyar económicamente a esta familia puede hacer depósito en Oxxo a la tarjeta Saldazo número 4766 8403 9958 8990. Cualquiera que sea la aportación puede darle un respiro a esta familia.

Asimismo, se requiere de voluntarios que donen sangre debido a la demanda que tiene el paciente (B positivo). Al igual, requiere de plaquetas de manera urgente.

 

NO ESTÁN SOLOS

“Pichu” y su familia no están solos. El mismo día la organización conocida como “Tías de Corazón”, que son 43 mujeres que apoyan casos de pacientes con cáncer, difundieron la necesidad de ayuda del pequeño Cristo Lorenzo.

Asimismo, su padrino, John Molina, refrendó el compromiso con un emotivo mensaje en los diversos grupos de Facebook, donde solicita el apoyo de donadores de sangre y plaquetas:

“Mi chiquitín necesita ayuda de nosotros y puedes ayudar compartiendo las publicaciones que están en mi perfil. Se le detectó leucemia y está muy delicado de salud. Necesita mucha sangre y plaquetas la cual no hemos podido conseguir (B+), al igual que ayuda económica, ya que su mamá no cuenta con ningún tipo de seguro y los medicamentos están demasiado caros. #AyudemosAPichu.

“Cuando te bauticé me dijo el padre que serías mi hijo y que cualquier cosa que te pasara yo como tu padrino tendría que ayudarte en todo”, expresó.

Aunado a ellos, la asociación Voluntad Contra el Cáncer ya se acercó a la señora para compartirle, que en caso de que requieran medicamentos o cualquier otra ayuda, pueden solicitarla a ellos.

Por cuanto hace a la alimentación, la señora Lupita cuenta también que casi no come durante el día (por falta de relevo y dinero) y aprovecha la ayuda que llevan los hermanos (cristianos) por la noche a las afueras del hospital para echarse un taquito.

 

CÁNCER INFANTIL, EL PANORAMA

En Tamaulipas los casos de cáncer van en aumento y lo peor es que ha subido en la escala de defunciones, hoy por hoy ocupa el tercer lugar (en el primero está la diabetes y en segundo las enfermedades del corazón).

En todo el país se atiende un número creciente de enfermedades hematológicas malignas y no malignas, por lo que es urgente que tanto del área médica se cuenten con insumos y personal capacitado como, del lado de la población ponga atención en este problema.

Tan sólo en la entidad al año en promedio fallecen dos mil 400 personas a causa de cáncer.

El retraso en el diagnóstico es otro de los factores que ha colocado a Tamaulipas en una de las entidades con más muertes de este tipo, de acuerdo a las estadísticas.

En la entidad, se detectan de entre 40 y 50 casos nuevos de cáncer infantil y en un 52 por ciento afectan a las niñas; en razón de cinco años la cifra se ha mantenido y al año se atienden hasta 90 casos en el Hospital Infantil.

El 85 por ciento de los tipos de cáncer que se presentan en la infancia son leucemias linfoblásticas y el resto son tumores malignos, como sarcomas y otros. Hizo un llamado a quienes requieran de la atención a que acudan a ese nosocomio que recibe pacientes de Tamaulipas, Nuevo León, San Luis Potosí y Veracruz.

Sobrevivir al cáncer infantil depende de muchos factores, pero sobre todo el estado anímico del infante y el de los padres, toda vez que de ahí parte la fortaleza que se requiere para enfrentar los tratamientos.

 

LA ESPERANZA SIGUE

En tanto “Pichu” y su mamá esperan en la cama 400 de la unidad de Oncología Uno del Hospital Infantil en espera del diagnóstico preciso, el niño sigue con la esperanza de que saldrá pronto de ahí.

Afortunadamente, dice la mamá, está consciente, de buen humor, viendo videos de una tablet que le prestaron y hasta quiere irse:

“Me dice, mami, ya vámonos de aquí, no tengo nada”, relató luego de aceptar que hay momentos en los que la impotencia quiere ganarle; sin embargo, solo puede sollozar a ratos, pues considera que tiene que mantenerse fuerte para atravesar por este episodio, salir pronto e inscribirlo en el kínder de la colonia Horacio Terán, donde planea hacerlo en febrero próximo.

 

 

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