marzo 19, 2024
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febrero 20, 2020 | 590 vistas

Chantal Martínez Díaz.-

Cd. Victoria, Tam.-
Tras la sacudida que ha dado al país el caso del feminicidio infantil de Fátima, la niña que fue dejada por sus padres en la escuela a la hora de la salida, padres de familia, ciudadanos y autoridades hablan sobre la urgente necesidad de hacer efectivos los protocolos de seguridad a las afueras de los planteles.

Sin embargo, son varias las problemáticas que asoman a simple vista: falta de reglas y protocolos homologados, carencia de personal, conciencia por parte de los padres y, sobre todo, consideración por parte de los patrones, quienes impiden la salida temprana para que los paterfamilias puedan acudir en tiempo por sus hijos, entre otras.

Empero, al decir de las autoridades de los planteles educativos, no todo es responsabilidad de los maestros o directores, sino que hay toda una cadena de responsabilidades a las que hay que hacerle frente y atender.

Al hacer un recorrido por las escuelas primarias de la zona centro de Ciudad Victoria: Juana de Asbaje, Enrique C. Rébsamen (matutina), Lauro Aguirre, Leona Vicario, Victoria, así como en los colegios Repiso, Jean Piaget y algunos kínder como el Estefanía Castañeda,  padres de familia, maestros y directivos hablaron sobre la necesidad de tener mayor atención a la entrada y salida de los planteles, a fin de evitar que las niñas y los niños queden expuestos a riesgos, como lo ocurrido a Fátima.

Por ejemplo, en la Escuela Enrique C. Rébsamen turno matutino, la directora Ludivina Elsa Álvarez Leal explicó que parte del protocolo que han establecido para la entrada y salida de los alumnos radica en la agilización del tránsito vehicular y la entrega en la reja de los alumnos; sin embargo, mencionó que efectivamente es importante endurecer medidas para quienes no acudan por sus hijos a tiempo.

En su caso, ella es maestra de grupo en el turno vespertino de esta escuela, lo que facilita la observancia de los casos y si algún padre o madre de familia se retrasa, pues hay quien esté al pendiente, además de que el plantel tiene un turno vespertino con otras autoridades, quienes también están atentas.

En el turno matutino, explicó, al paso del tiempo han identificado dos casos de padres de familia que recurrentemente llegan tarde al plantel por sus hijos; sin embargo, pidió no criminalizar el hecho, pues uno de ellos corresponde a un director de otra escuela primaria y otro, a un trabajador del Ayuntamiento a quien no le permiten salir antes.

No obstante, refirió que es momento también de no achacar todo a los maestros o directivos, pues existen problemáticas mayores que tienen una responsabilidad superior y, en el caso de los padres también hay mucho por trabajar.

“Ya basta de que a los maestros nos estén achacando todas las cosas que pasan en las escuelas porque siempre he dicho que mientras que los padres no sean sancionados, los padres van a seguir haciendo lo que quieran y además, tampoco hay seguimiento por parte de las autoridades a las necesidades de los maestros y escuelas por el bien del alumnado”.

Y aunque pudiera sonar demasiado rígido, dijo que cuando al ciudadano se le aplican multas es cuando toma conciencia de la situación y toma acción.

“Lo que más duele es la afectación del bolsillo, pero desafortunadamente a veces así es como se aprende”, señaló.

Explicó que ese plantel que se ubica en la calle 15 Méndez esquina, en el Centro de Victoria, se nutre con hijos de trabajadores de Gobierno, del Hospital Infantil, Hospital Civil, la UAT, y no les permiten que salgan a recogerlos a tiempo.

“Ellos (las autoridades) están haciendo campaña para que ellos asistan a recoger a sus hijos a tiempo porque quieren evitar algún problema, pero ellos nos les permiten salir, entonces que busquen otras alternativas”.

Y es que, es un hecho que tanto los órganos internos de control como los patrones, en el caso de la iniciativa privada, tienen establecidas sanciones duras que impiden que padres o madres puedan ir personalmente y en tiempo por sus hijos.

“Este es un triángulo bien formadito: alumno, maestro y padres de familia. Cualquiera de los tres que le aflojen, se viene para abajo, hay que ponernos las pilas e ir a la par. Si el padre de familia no viene por el alumno, ahí se queda y viene a repercutir en el maestro y todavía más en la dirección de la escuela si llega a pasar algo”.

Aquí, sentenció, “necesitamos jalar todos y más que gobierno esté pendiente. Por ejemplo, tengo desde el mes de enero que debió presentarse un maestro y no ha venido, qué hago con ese grupo, rolarlo con el personal de la biblioteca, no es lo mismo que tengan su  maestro que le dé seguimiento, que entremos en forma periódica todos, dónde está ese compromiso del que hablan o de ese empeño que le ponen a los niños tamaulipecos”, cuestionó.

 

BOTÓN DE MUESTRA

El caso de la escuela primaria Lauro Aguirre, ubicada en la calle con el mismo nombre y esquina Juárez, en esta Ciudad Capital, han logrado con base en la organización, establecer un protocolo efectivo de máxima seguridad para los alumnos.

Ahí las autoridades han ordenado a los padres de familia llegar antes de la salida y formarse en la acera de enfrente del plantel, esperar a que una persona de apoyo les tome el nombre, éste a su vez lo pasa a las maestras o subdirectora quienes forman en el patio a los alumnos para que después el director le haga entrega al padre, madre o persona acreditada formalmente para recoger a las niñas o niños.

El maestro Carlos Humberto de la Garza Saldívar, director de dicho plantel, explicó que tienen una gran ventaja, se trata de una escuela relativamente chica (por tamaño y población escolar), lo cual les permite tener un proceso organizado de entrega de alumnos.

Aun así, refiere que tardan de 45 minutos a una hora todo el proceso de entrega.

“Se ha hablado con los padres que han llegado tarde, nos explican que las circunstancias por las que no acuden a tiempo es por la falta de apoyo en las instituciones para darles permiso para que vengan a recoger a su hijo a tiempo. Tienen que firmar un pase de salida y la institución en la cual trabajan no los dejan salir temprano o antes de la hora marcada”.

Además, los pases están restringidos y es uno de los problemas a los que se han enfrentado en estos últimos años. “Nada más que sí es conveniente aclarar que en esta escuela hay personal hasta las seis de la tarde, dos horas después de la salida”.

Hasta ahora y por fortuna, dijo, no ha habido niñas o niños que se queden después de esa hora. “Cuando vemos que un padre de familia se está tardando más de la cuenta, personalmente hacemos el llamado y pedimos que nos platique por qué no está llegando a tiempo por su hijo, pero los niños están cuidados siempre”.

En la Lauro Aguirre hay una matrícula de 271 alumnos, que les permite estar más atentos a lo que pasa. “Este es un protocolo que hemos establecido en acuerdo del consejo técnico, el personal docente y el directivo, además, la maestra de guardia que se queda a la semana, no se retira hasta que no se vaya el último niño y la puerta siempre está cerrada o restringida”.

Afirmó que ante circunstancias como la ocurrida a la menor víctima de feminicidio, se tiene que generar una conciencia y “hacer lo que nos toca, como autoridad dentro de la institución, hacer lo que nos corresponde como autoridad educativa en la Secretaría y los padres a tomar la responsabilidad, porque no hay como estar al pendiente de sus hijos. Sí tenemos que hacer un frente común y más que crear nuevos lineamientos, dar cumplimiento asumiendo nuestra responsabilidad a lo que ya está establecido”.

 

PARA EL APUNTE…

En el inicio de Ciclo Escolar 2019-2020 hay una matrícula en Tamaulipas de 671 mil 815 alumnos y 32 mil 197 docentes de nivel básico; existen 144 mil 053 alumnos y 8 mil 091 docentes de Educación Media Superior y 133 mil 281 alumnos, con diez mil 533 docentes de Educación Superior.

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