Hace 11 años, Socks, el gatito de los Clinton en la Casa Blanca falleció por cáncer de mandíbula y desde entonces se corre el rumor de que en esta fecha se conmemoraría el Día Internacional del Gato, esto en honor al pequeño felino, el cual llegó a la fama por posar con el ex presidente de los Estados Unidos.
Aunque el Fondo Internacional para el Bienestar Animal celebra oficialmente a estos hermosos felinos el 8 de agosto, la sociedad ha adoptado esta fecha para celebrar a los gatos, por ello, suelen ser festejados dos veces al año.
Esta organización ha recomendado algunos puntos para mantener a los mininos sanos, exhortando a no hacerlo solo durante las celebraciones, sino todo el año:
• Esterilización, vacunación y cuidado veterinario para generar una mayor cultura de la adopción y controlar la población gatuna.
• Uso de collares e identificación por si, en algún momento salen de casa y se pierden, puedan ser devueltos a sus amos.
• Gatos domésticos deben tener una arena y juguetes que les permitan descargar su energía.
Socks recibió ese nombre por las manchas de color blanco que tenía en sus patas, las cuales hacían un gran contraste con su pelaje negro, este gato fue adoptado por Bill y Hillary Clinton en 1991, cuando Bill todavía era gobernador en Arkansas.
Al convertirse en presidente, la familia Clinton llevó a su querido gato con ellos, convirtiéndose en el gato más importante de todos los Estados Unidos, además de ser todo un personaje en la Casa Blanca, ya que no paraba de merodear en el recinto y presentarse con la prensa en los momentos menos esperados.
Pero Socks dejo de ser el centro de atención cuando Buddy llegó a la Casa Blanca, un perro labrador que llegó al recinto en 1997 y no se llevaron bien desde un inicio.
Cuando la familia Clinton dejaron la residencia en el 2001, Socks fue adoptado por la secretaria personal del presidente y tras siete largos años de vida, su salud empezó a decaer y a finales del 2008 le fue diagnosticado cáncer de mandíbula.
Y fue entonces que el 20 de febrero de 2009, Socks fue sacrificado tras 20 años de vida, de ahí que cada año se le recuerde como el gatito más poderoso e influyente de los Estados Unidos.
Con información de: Milenio.com
