Los padecimientos pueden tener una o miles de razones para ello, incluso hay algunos que simplemente no se pueden explicar porque hasta el momento son enfermedades que no han encontrado un resultado acertado, como es el caso de la parálisis facial.
Por eso no es nada sencillo y trae consigo algunas molestias, sobre todo en la parte estética, en la que nos influye bastante. Aquí te mencionamos algunas de las razones por las que quizá puedes sufrir o sufriste una parálisis.
Antes que nada, una parálisis facial causa debilidad repentina y temporal en los músculos de la cara, esto puede suceder a cualquier edad y no existe una causa específica por la que ocurre.
No obstante, el médico neurólogo, Noel Isaías Plascencia Álvarez, explica que existen varias teorías de porqué se pueden provocar estas parálisis, que pueden ser ocasionadas por un accidente cerebro vascular o también por daños en los hemisferios cerebrales que provocan que se paralice la mitad o en casos graves todo el rostro.
Este padecimiento, también conocido como parálisis de Bell, puede ocurrir en muchos casos leves como cuando la parálisis desaparece después de un mes.
El médico Plascencia Álvarez señala que los pacientes en ese estado suelen recibir masajes, estimulación eléctrica y aplicaciones de calor.
Existen rumores muy comunes cuando hablamos de una parálisis facial como el cambio de temperatura, lo que según el experto no hay una investigación científica que lo confirme.
Algunos de los síntomas que se pueden presentar en una parálisis es la dificultad de expresión facial, como cerrar un ojo, sonreír, dolor alrededor de la mandíbula y detrás de la oreja del lado afectado; también puede presentar dolor de cabeza y disminución para saborear.
En casos más severos de parálisis el daño puede ser irreversible, ya que el paciente puede perder la vista de forma parcial o total, por la resequedad excesiva al no poder cerrar los ojos.
Ante cualquier situación hay que acudir al médico, ya que cada caso es diferente y no se puede generalizar un síntoma a esta afección.
Con información de: www.upsocl.com
