marzo 29, 2024
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marzo 6, 2020 | 213 vistas

Chantal Martínez Díaz.-

Cd. Victoria, Tam.-
Berenice tiene 30 años, pero el cerebro de una niña de ocho o diez años. Utiliza una silla de ruedas en la que pasa sentada todo el día, debido a la parálisis cerebral con la que nació y que por cuestiones económicas no tuvo una rehabilitación integral general que cambiase su vida.

Cada palabra para ella representa un esfuerzo mayor, se hace entender y lo logra. Hoy pide ayuda porque requiere una silla de rueda que sus padres, doña Atanasia y don Fidel, no pueden comprar porque no cuentan con un ingreso que les permita adquirirla.

Doña Atanasia es paqueterita en un centro comercial de esta localidad y don Fidel es albañil eventual, sí tienen otros dos hijos, que les ayudan cuando pueden, ya que el sueldo y las responsabilidades familiares primarias no les alcanza para poder sostener una inversión de una silla de ruedas.

En el Hospital Civil de Victoria recién checaron a Berenice, quien debido a la parálisis cerebral también presenta epilepsia y requiere de un seguimiento puntual.

Los padres se sienten afortunados, porque aún hicieron válido lo que ellos conocieron y están familiarizados como el Seguro Popular, pero eso sí, les advirtieron que para el siguiente mes deberán acudir preparados y con dinero, porque ya les será cobrada la atención, estudios y medicamentos.

Su hija cumplió 30 años, presenta convulsiones, aún le reconocen la atención, pero le advierten que en tres meses ya deberá comprarlos.

“La carbamazepina cuesta 21 más o menos, el valproato de magnesio vale como 274 y el omeprazol, pero esas ya nos los dieron por ahora. Hace rato le venía platicando (a su marido), hace unos días fui a apoyar a mi otra hija que está separada del marido, me pidió ir por el niño a la escuela, fui a sacarlo y ya cuando llegamos a la casa el refri estaba vacío, había nomás tres tortillas de harina y junto con un huevo, fue lo que le di a mi nieto”, contó.

“Se lo caliento, le arrimo las tres tostadas, el niño no las quiso, saco las tres tortillas y se lo come. Yo le digo a mi marido, te imaginas, y nosotros sin poder ayudarle, mil 200 gana (su otra hija), le quitan 400 por semana para la casa, guarda para los pasajes y luego para el niño y así ni siquiera pensar en pedirle, al contrario, pero no nos deja”, añadió.

Sin embargo, a pesar de que ya son adultos mayores de 70 años, los señores se organizan y no paran para atender su familia y a Berenice, a quien le dicen “La Niña”.

“Berenice necesita una silla de ruedas, no sirve en la que está todo el día sentada y ahorita solo tenemos una que es está en la que venimos, pero se zafa”, refiere don Fidel.

Y es que, en la iglesia a la que acuden (Amor Viviente) les regalaron una silla de ruedas, pero es más chica de lo que la requiere, por eso están pidiendo, a través de esta vía, que les echen la mano para poder contar con una silla mejor, sobre todo porque la que tienen no cierra bien y solo la usan para cuando salen.

Esta familia no cuenta con alguna tarjeta bancaria para recibir depósitos; sin embargo, se les pueden hacer llegar los donativos vía depósito de Oxxo a Oxxo o en una Farmacia Guadalajara, por ejemplo, a nombre de Ma Atanasia Guillén López, quien es la madre de Berenice.

Asimismo, se pueden comunicar al teléfono 834.111.58.02, donde se dará información sobre Brenda Berenice Rojas Guillén.

“A veces sí tenemos mucha necesidad, sacamos para comer y ya, pero tenemos por ejemplo necesidad de enjarrar el cuartito donde estamos. Mi idea era ir a la Presidencia (Municipal) a pedir el apoyo de cemento para enjarrar y echar una empastada, porque no tenemos tampoco”.

EL DATO

De acuerdo con especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la parálisis cerebral es la principal causa en México de discapacidad motora en niños (as), debido a falta de seguimiento prenatal o de mala nutrición durante el embarazo.

Aline Cintra Viveiro refirió en un estudio que determinar la parálisis cerebral es difícil, pues las secuelas van apareciendo durante el desarrollo, salvo en casos severos, cuando las lesiones son graves y el diagnóstico es inmediato.

“En ocasiones se cree que un niño que no se mueve mucho es flojo, o si está muy tieso es porque está enojado, pero en esta fase del desarrollo no existe eso, son características del tono muscular que indican que tiene problemas con su desarrollo motor, que es diferente en cada infante, pues algunos gatean a los seis, nueve u once meses, pero lo importante no es la edad, sino el proceso”.

La UNAM da a conocer que las causas de la parálisis son múltiples, pues intervienen aspectos pre, peri y posnatales, ya que “puede ser que el niño tenga déficit de oxígeno al momento del parto, y como factor prenatal se puede encontrar la restricción del crecimiento”.

 

NO ES UNA ENFERMEDAD

Cabe mencionar que la parálisis cerebral no es un padecimiento y mucho menos es transmisible de persona a persona, tampoco es un factor hereditario y solo es tratable.

De acuerdo con los especialistas, la parálisis cerebral tratada multidisciplinariamente puede elevar hasta en un 90 o cien por ciento la vida de la persona que la presenta.

Destacan también la importancia de la inclusión tanto en las familias, como en las instituciones y la vida, pues en muchos casos se prefiere omitir sus necesidades a llevar a cabo una atención.

En Tamaulipas, a través del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) se investiga en conjunto con organizaciones de la sociedad civil, sobre nuevas alternativas de tratamientos para ayudar a mejorar la calidad de vida de niñas, niños, adolescentes con parálisis cerebral espástica.

Existen instituciones como el Centro de Rehabilitación y Educación Especial (CREE) y el Centro de Rehabilitación e Inclusión Infantil Teletón (CRIT), el primero en Victoria y el segundo en Altamira, que ofrecen los servicios para el tratamiento de esta y otras condiciones.

En el CREE se recibe a pacientes del interior del estado, quienes reciben terapias físicas, de rehabilitación, del lenguaje, sensoriales y de aprendizaje.

Como se sabe, los Centros de Rehabilitación e Inclusión Infantil Teletón (CRIT) tienen un modelo de rehabilitación integral centrado en la familia. Los CRIT tienen como objetivo la independencia funcional en las actividades de la vida diaria, así como la inclusión social y educativa.

 

 

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