Cuando visitaba Tailandia en compañía de su esposo Amanda Drish, de 30 años, aprovechó y se hizo un tatuaje de henna de una mándala a lo largo de su brazo.
El tatuaje debía de ir desapareciendo sin complicaciones a lo largo de los días como todos los tatuajes; sin embargo, la piel de Amanda se comenzó a hinchar y empezó a parecer quemada, apenas dos días después de habérselo realizado.
Ante esto, tuvo que acudir al hospital, donde la sometieron a un doloroso tratamiento donde no solo le hicieron estallar las ampollas, sino que también se las frotaron con solución salina y antibiótica, señaló Drish.
Amanda señaló que por el tatuaje pagó alrededor de 25 libras, 670 pesos, y para hacerlo tomó alrededor de una hora.
Las visitas al doctor y los tratamientos en Tailandia para atenderla y seguir verificando cómo evolucionaba su herida le costaron 14 mil pesos.
Amanda señaló que en anteriores ocasiones ya se había realizado tatuajes de henna y su piel no había reaccionado así, por lo que el químico utilizado que usaron debió haber causado la quemadura.
Con información de: ayojon.mx
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR:
https://eldiariodevictoria.com/2020/03/11/la-despiden-por-sumarse-al-paro-nacional/
