En distintos sectores italianos la crisis del coronavirus obligará a poner el contador en ceros para poder seguir adelante. Y en la recta final de los cursos escolares, la educación valora cómo hacerlo para encajar el complicado puzle de los distintos cursos, por lo que Italia ultima un decreto ley para regular el término del año académico y preparar el regreso en septiembre.
Sin excepción todos los alumnos pasarán al próximo curso; nadie se quedará rezagado, por lo que la contingencia sanitaria traerá a Italia un aprobado general que permitirá pasar de curso y reanudar las clases del curso siguiente con cierta normalidad.
Lo que parece claro, aunque todavía es incierto, es que las aulas no abrirán hasta septiembre.
Fuentes del Ministerio de Educación Italiano señalaron que la fórmula exacta la decidirán los comités educativos que planifiquen la entrada del nuevo año escolar.
Con toda probabilidad el arranque de curso se dedicará a los alumnos más rezagados para se pongan al corriente en las materias que no lograron asimilar.
Las clases generales de 2020-2021 podrían comenzar después de lo habitual, un problema mayor para lo que ingresan a la universidad a partir de septiembre.
Otro gran hito al que deberán encontrar solución es la selectividad. Si las clases comienza el 18 de mayo, el decreto prevé un calendario abreviado para terminar relativamente a tiempo para los exámenes, sino los exámenes escritos de final de curso no tendrán lugar y podrán realizar la prueba preuniversitaria todos los alumnos.
La ministra de Educación, Lucia Azzolinia, señaló que el examen se mantendrá y será “serio”. Pero la prueba será mediante un examen oral de una hora a través de alguna plataforma online.
Peppe De Cristofaro señaló que era inevitable que fuera así debido a la situación. Mencionó que es un problema, porque la maturità es un examen importante, que tiene gran densidad cultural y formativa, pero no se podrá como normalmente se hace.
De Cristoforo apuntó que no significa que “los insuficientes se transformen en suficientes”, ya que si un chico suspende y en estos meses ha distancia no ha mejorado el profesor no le subirá la nota.
Al principio del curso tendrá que hacer clases de recuperación de materia.
La mayoría de las universidades tendrán que acatarse a esos datos para la admisión de alumnos.
El rector de la Boccini de Milán explicó que el curso se ha podido terminar con cierta normalidad gracias a la infraestructura tecnológica de clases a distancia; el problema es que se tuvo que preparar en una semana, moviendo 427 cursos en el semestre que implicó a más de 700 profesores.
No cabe duda que el confinamiento llegará hasta finales de mayo, por lo que expertos señalan que la reapertura de las escuelas será uno de los últimos pasos que se darán.
Con información de: elpais.com
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