abril 25, 2024
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abril 30, 2020 | 543 vistas

Rogelio Rodríguez Mendoza

Cd. Victoria.- En tiempos de normalidad acudir a las oficinas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para realizar un reclamo es un proceso tortuoso, pero en situaciones de contingencia como la que se vive con el Covid-19 el trámite se convierte en un verdadero martirio.

“Esto es verdaderamente insoportable. Sientes una impotencia y una rabia que no hallas con quien desquitar. Vengo a reclamar un cobro desproporcionado en mi servicio de luz, pero el guardia me dice que debo hacer el reclamo por correo electrónico y esperar la respuesta por la misma vía, pero la fecha de vencimiento es mañana y si no pago pues me cortan” cuenta molesta la señora Juana María Sustaita, una de 12 personas formadas en una fila de usuarios que buscan presentar una queja en las oficinas de la paraestatal en la calzada Luis Caballero.

La señora explica que tiene su domicilio en la colonia Luis Echeverría, y el consumo promedio histórico bimestral oscila entre los 450 y 700 pesos, pero en el recibo de éste bimestre la CFE le está cobrando 3,500 pesos.

“Como creen que voy a consumir eso. Ni que tuviera mi casita climatizada si apenas nos alcanza para comer. Ahora, nos piden que nos quedemos en casa pero no solo no nos dan apoyo sino que salen con esto” comenta.

De las 12 personas en la fila, ocho llevaban una queja similar a la de Doña Juana María. A todos ellos la paraestatal les duplicó o triplicó el consumo sin haber justificación de por medio. La mayoría vive en colonias de la periferia de la ciudad.

La respuesta recurrente de la única empleada que atiende en ventanilla es que : “eso es lo que marca el medidor y hay que pagar”. Difícilmente la CFE acepta una equivocación en la lectura.

Por la situación de contingencia a causa de la pandemia del Covid-19, la paraestatal limitó la atención al cliente en oficinas, por lo que hacer un reclamo requiere de entre una y dos horas de espera.

Hay quienes se desesperan y prefieren pagar el cobro en vez de desgastarse en una lucha inútil contra la burocracia y el burocratismo gubernamental.

Desde hace varias semanas, legisladores locales y organizaciones sociales han estado exigiendo al Gobierno federal suspender o aplazar el cobro del servicio de energía eléctrica y evitar los cortes por falta de pago, pero la CFE no se ha dado por aludida.

Tan pronto y vencen los tres días de plazo para pagar, el personal procede a cortar el servicio.

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