abril 26, 2024
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mayo 4, 2020 | 335 vistas

Chantal Martínez Díaz.-

Es domingo y tres de mayo. Pocos lograron colgar las cruces en la obra. El festejo del Día de la Santa Cruz quedó suspendido. No hay patrones que ofrezcan comidas, no hay obras que construir y menos las caguamas para “festejar”. Las misas fueron en línea, las bendiciones a distancia y los apoyos sin llegar.

Así es como los albañiles o trabajadores de la construcción llegan a este día: sin nada qué festejar.

Este 2020, la emblemática fecha que reconoce la labor de los y ahora de las (aunque menos) albañiles llevan a cabo en cada obra levantada, en cada ladrillo o en cada cimiento, solo fue uno más de los días que se suman a la cuarentena, que ya fue extendida.

Una carta difundida en las redes sociales dirigida “A quien corresponda” se convirtió en un llamado de las personas trabajadoras de la construcción que claman ayuda en esta pandemia.

Escrita a mano y en una hoja de cuadrícula, se levantó la voz de estos trabajadores, quienes aseguran que se han sentido desconcertados porque ha pasado más de un mes que no tienen empleo ni el sueldo seguro de cada semana.

“Ya no sabemos qué hacer para poder mantener a nuestras familias, tal vez nos hace falta tener Internet, celulares avanzados, tabletas o computadoras, para poder recibir algún apoyo del gobierno”.

Y como si fuera su “culpa” o responsabilidad hasta ofrecen disculpas por no contar con Internet y “esos dispositivos avanzados” para poder solicitar el apoyo que se dio “a los más necesitados”.

“Amigos, nosotros los albañiles les pedimos que nos ayuden compartiendo este mensaje para que nos pueda llegar algún apoyo del gobierno. Gracias”, dice la carta que no lleva firma, pero sí el sentir de miles de familias que como otros sectores –los más desprotegidos– se han quedado en la nada, esperando apoyos para sobrevivir la cuarentena.

Las reacciones se han extendido, al igual que el clamor de la creación de un apoyo emergente a ese sector que no sabe qué hacer sin trabajo.

LA TRADICIÓN

Ligado a la religión católica, el festejo del Día de la Santa Cruz comenzó en el 326, aseguran.

Se habla que antes de una batalla contra el otrora jefe de Roma, Majencio, Constantino tuvo un sueño en el que contempló una cruz luminosa y una voz que le decía: «Con este signo vencerás».

Según el sitio www.catholic.net , sin tener la menor duda de su triunfo, puso en todos los estandartes y banderas la cruz. Y arengando a las tropas les decía: “Confío en Cristo, en quien cree mi madre Elena”. Al ganar la batalla, llegó bien pronto a ser emperador. Decretó el cese de perseguir a los cristianos y la libertad religiosa.

Hay, además, otros escritores célebres, como San Ambrosio y Juan Crisóstomo, que afirman que Elena se fue a Jerusalén en busca de la Cruz del Señor. Los arqueólogos se emplearon a fondo en esta labor. Al cabo del tiempo encontraron tres cruces. ¿Cuál era la de Jesús? La respuesta se la dio una mujer que estaba muy enferma. Al tocarla, quedó curada.

Asimismo, el sitio hace referencia a que cuando los primeros evangelizadores llegaron, ponían cruces en las nuevas construcciones de iglesias, conventos y casas de oración. La desnudez de los maderos no era bien recibida por los oriundos del lugar, por lo que prefirieron pintarlas con colores llamativos y adornarlas con flores y listones, tal y como se hace ahora.

Aquí en las iglesias o parroquias se lleva a cabo una tradicional misa en honor a los trabajadores de la construcción y en cada obra del tamaño que sea, se prepara y viste la cruz, que es adornada con listones de colores, papel de china y flores, en señal de agradecimiento y con la petición de salvaguardar la integridad de todos los trabajadores.

Con la presencia de la cruz protegen a cada uno de los trabajadores y a la obra misma. Los días tres de mayo los patrones ofrecen una gran comida para los empleados y para sus familias, se come pollo o carne y se bebe cerveza en abundancia para agradecer los buenos cimientos y construcción de la obra.

 

LAS CIFRAS

Y aunque existen muchas familias que viven del sector de la construcción de manera informal, el Instituto Mexicano del Seguro Social reportó que al mes de marzo de 2020 habían registrados un total de 45 mil 514 trabajadores de la construcción, de los cuales 26 mil 531 son permanentes y el resto (18 mil 983) son eventuales.

Los más jóvenes son de 15 a 19 años. El IMSS registra un total de 847 asegurados (447 eran permanentes y 400 eventuales).

Los más grandes de edad son 82, cuyas edades son de 75 y más años (53 son permanentes y 29 eventuales), que día a día, cuando pueden, se suman a las obras de la construcción.

 

TABLA DE SALVACIÓN

El 21 de marzo, el secretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera Gutiérrez publicó en su cuenta oficial de Twitter:

“En la #coyuntura actual, en donde grandes sectores de la #economía mundial están parando, es importante mantener operando el sector de la #construcción, que es uno de los que ayudará a mantener el dinamismo económico”.

No obstante, en Tamaulipas las obras (excepto las de los hospitales provisionales para atender el covid-19) se pararon también.

 

URGE RESCATE

En algunos municipios, como Tampico, han entregado despensas a los trabajadores de la construcción como parte de un esquema de apoyos que lleva a cabo la autoridad local; no obstante, en el resto no ha habido un programa de apoyo específico para este grupo de trabajadores, quienes siguen en espera que les llegue algún tipo de recurso o despensas.

 

 

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