abril 26, 2024
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mayo 7, 2020 | 154 vistas

Chantal Martínez Díaz.-

Cd. Victoria, Tam.-
Un corto circuito (posiblemente originado en la cocina) provocó que la familia Medina Lara lo perdiera todo. En la madrugada del domingo, Rosa Isela, Víctor de Jesús y sus hijos Israel y Ana Victoria, milagrosamente salvaron la vida y lograron salir ilesos de su casa que estaba completamente en llamas.

La señora Rosa Isela Lara Bautista cuenta que en la madrugada del domingo despertó por el calor que sintió, abrió la ventana de su cuarto y vio cómo su casa estaba en llamas. Ella y su marido salieron de su cuarto y corrieron por los hijos, la menor, de nueve años es quien más ha resentido el impacto y la pérdida de sus cosas.

Cuenta que apenas alcanzaron a salir, los vidrios de las ventanas comenzaron a tronar. No les dio tiempo de nada más que de abandonar el lugar, perdieron papeles, celulares, ropa, muebles. Todo, prácticamente todo.

Por fortuna, pagaron el impuesto predial a tiempo, por lo que el Ayuntamiento de Victoria deberá hacer válido el seguro que ofrecieron a propósito del cumplimiento de esa obligación de manera oportuna. Inclusive, algunos funcionarios de esta administración ya fueron a revisar la casa, pero todavía no hay certeza de que recibirán el pago.

Por todo lo anterior, la Familia Medina Lara hizo un llamado a la autoridad y a la comunidad para que ‘les echen la mano’ y les ayuden a rehacer su vida en medio de esta pandemia que los tiene sin poder hacer mucho.

El marido trabaja en una farmacia de similares como empleado, la madre de familia se dedica al comercio en tianguis, pero debido a la cuarentena lleva días sin trabajar y por el momento solo atiende al hogar; su hijo Israel de 22 años trabaja en una tienda de artículos deportivos y es DJ, (perdió el equipo también).

Por ahora hay gente que se ha solidarizado con esta familia, sobre todo para resolver cuestiones de emergencia o inmediatas, como la comida, pero es un hecho que requieren de una ayuda mayor.

Cada uno ha reaccionado de manera diferente, sin embargo, ninguno ha podido recibir atención psicológica para sanar el impacto de perderlo todo de la noche a la mañana.

Ana Victoria, la más pequeña es quien ha sido más afectada, tal vez por la edad y porque tiene una afección que afecta ligeramente su desarrollo cognitivo, la cual es casi imperceptible. No obstante, el impacto ahí está.

Lo que más le duele es la pérdida de “Ramona” una muñeca Cabagge Patch con cabello de estambre color chocolate, su Tablet, un uniforme de misionera de la iglesia, su mochila y una muñeca Baby Alive, que recién le dieron a propósito del Día del Niño.

Desde su sentir, es lo que más les duele, sobre todo porque Ana Victoria no comprende bien a bien lo que ocurrió y sufre por la pérdida de sus pertenencias, en tanto que su mamá, sufre por verla y no saber cómo hacerle para ayudarla a superarlo.

El señor e Israel, tienen permiso por parte de sus trabajos para que atiendan esta emergencia familiar.

Ahora lograron ubicarse en una casa que les han prestado y que la mamá de Rosa Isela estaba a punto de rentar. No cuentan ni con camas, ni otro tipo de muebles, por lo que reciben las donaciones.

Por cuanto hace a la ropa, el señor utiliza pantalones talla 32 y camisas talla M, zapatos del 28.5; la señora es talla L y pantalón nueve, calzado del 26; Israel es Talla Mediana y zapatos del 27.5; Ana Victoria es talla nueve de niña y usa zapatos del 22.

Esta familia contaba con dos recámaras, una sala, comedor, estufa, refrigerador, gabinete, dos pantallas de tv, el wi fi de Telmex, ropa, tres abanicos de techo, un aire acondicionado, una laptop, celulares, Tablet y hasta el estéreo de un carro ajeno.

Apenas habían dado el primer pago, pero como lo han perdido todo, no les hicieron efectiva la garantía.

Para recibir donaciones de dinero disponen de la cuenta del banco Santander número 5579 1002 6811 8674 a nombre de Israel Guerra Lara. El teléfono de contacto es 834 355 16 24.

 

ESTÁN SANOS

Afortunadamente haber salido a tiempo les permitió no tener lesiones y estar sanos. Acudieron en primera instancia a un consultorio de Similares  y lo único que traen es un poco de ronquera por haber olido el humo de todo lo que se consumió.

Para el botiquín requieren paracetamol, naproxeno y debido a que el hijo padece asma, requiere salbutamol y un inhalador.

El domicilio está ubicado en el 15 y 16 Baja California número 234 A en Viviendas Populares, donde actualmente no se están quedando por las condiciones.

 

NO SABEN QUÉ HACER

Aunque ya tienen un techo en dónde vivir provisionalmente, no saben cómo deben proceder, ni siquiera tienen idea si esa casa en la que vivían estará en condiciones de volverse a habitar o ya es pérdida total.

Esta familia requiere la ayuda en todos los sentidos, la fe los sostiene y saben que con Dios todo es posible. Aun así, por esta vía se les pide: “échale la mano”.

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