abril 19, 2024
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junio 15, 2020 | 351 vistas

Rubén Jasso.-

El inicio de su historia en esta casa editora se remonta al año 1974, cuando empezó a desempeñarse como corrector, pero poco después se convertiría en fotógrafo, labor que le ha permitido vivir un sinfín de experiencias y anécdotas durante más de cuatro décadas.

Como reportero gráfico de El Diario de Ciudad Victoria, Héctor Vega ha sido testigo fiel de la historia que día a día cambia el pulso de Tamaulipas y de México, inmortalizando esos momentos con su cámara fotográfica durante la cobertura de eventos políticos, deportivos, sociales y de otra índole.

Su trayectoria de 45 años lo ha convertido en un experto de la lente al capturar imágenes que han quedado para la posteridad, y por eso mismo, se ha hecho merecedor a múltiples reconocimientos, el más reciente apenas el pasado viernes por parte de Miguel Mansur Pedraza, por la cobertura que ha brindado durante más de 30 años de manera ininterrumpida al equipo Correcaminos.

Posterior a ese merecido galardón, Héctor Vega nos habla de su andar en la fotografía, y aunque colaboró por breve tiempo en otros medios impresos, regresó en los años 80’s a la que ha sido prácticamente su segunda casa, El Diario de Ciudad Victoria.

SU LLEGADA A EL DIARIO

“Yo llegué como ayudante de corrector en el año del 74 porque yo tenía buena ortografía y me ponían a checar las pruebas de galera que antes así les decían”, recuerda.

Pero su inquietud por aprender nuevas cosas, lo llevó a interesarse en los procesos para revelar fotografías, dando rápidamente “el salto” de corrector a reportero gráfico, labor que empezó a desempeñar desde finales del mismo año en que ingresó a esta casa editora.

Como si fuera ayer, Vega recuerda perfectamente su primer equipo fotográfico, “Era de rollo, una cámara Kodak de las antiguas, prácticamente de las primeras, antes había que (checar) la abertura, la velocidad, había que ver las condiciones del sol, de interiores y todo eso, no como las de la actualidad que son completamente automáticas”, explica.

Posteriormente y porque el mismo ajetreo periodístico lo demandaba, adquirió una cámara Yashica, luego una Petri y después una Pentax, definiéndolas como los “caballitos de batalla” de aquel entonces.

Sin embargo, las cámaras fotográficas no podían quedar fuera de la evolución tecnológica, de manera que hoy en día se han convertido en la herramienta ideal para plasmar una galería completa de imágenes en cuestión de minutos, algo que era imposible hace unos cuantos años.

“Ahora desde la misma cámara puedes enviar las fotografías a tu centro de trabajo, ya no usas el rollo, ahora se usan memorias y una memoria te puede capturar miles de imágenes y por medio del teléfono ya envías buenas fotografías y con buena calidad”, refiere.

 

GRANDES AMIGOS

De vuelta al pasado, Héctor agradece a todos aquellos amigos y compañeros que en su momento le compartieron sus experiencias y lo hicieron crecer en todos los sentidos, como es el caso de Javier Soto Chavarría, fallecido recientemente y quien igualmente trabajó para El Diario.

“Muchos compañeros también que hemos convivido en el trabajo ya han fallecido, incluso más jóvenes que yo, pero yo los llevo en mi memoria y en mis recuerdos, a pesar de todo hay que seguir y le doy gracias a Dios que nos ha permitido seguir adelante y gozar de salud”.

Y añade: “Compañeros periodistas y reporteros te puedo mencionar a Porfirio Mata Alejo, un excelente periodista; Agustín Jaramillo, un periodista que llegó de la Ciudad de México; Enrique Ávalos (también) era periodista de aquellos años; Blas Abundis, que fue quien me inició en esto, en aquel entonces él era el Jefe de Redacción de aquí de El Diario”.

Fue precisamente Abundis quien al cambiar de aires lo invitó a trabajar en otro matutino, donde estuvo por ocho meses, luego regresó y más tarde colaboró en otro periódico, pero finalmente regresó a su actual centro de trabajo.

“Ahorita ya tengo 33 o 34 años de la última vez que regresé y le doy gracias al licenciado Pepe Cárdenas que me ha dado la oportunidad de seguir compartiendo mi experiencia y lo que yo pueda para sumar al periódico”, comenta.

Por ello, Héctor se cuida al máximo para seguir haciendo lo que más le gusta, pues si bien la diabetes y la alta presión que padece son cosa seria, refiere que sigue los tratamientos al pie de la letra precisamente porque quiere seguir trabajando.

 

MILES DE FOTOGRAFÍAS

En cuanto a sus múltiples encomiendas manejando su cámara fotográfica por más de cuatro décadas, recuerda que ha plasmado en miles de imágenes el trabajo de un buen número de mandatarios tamaulipecos desde que andaban en sus respectivas campañas.

“Cuando yo empecé como fotógrafo me tocó cubrir algunas campañas de don Enrique Cárdenas González, después fue don Emilio Martínez Manautou, Américo Villarreal, Manuel Cavazos, Tomás Yarrington, Eugenio Hernández, Egidio Torre y el actual gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca”.

De alcaldes, igualmente recuerda a muchos, pues también desde los años 70’s ha recopilado con su cámara las obras, o los aciertos y desaciertos de quienes han gobernado a Victoria, lo mismo que de presidentes de la República en sus giras a Tamaulipas, incluso llegó a cubrir eventos de algunos mandatarios en la Capital del país.

Orgulloso de su trabajo, Vega explica que en su palmarés no solo ha llegado a cubrir eventos políticos o deportivos, pues también en su momento tomó cientos o miles de fotografías de festejos sociales e igualmente en alguna época “le entró” a la sección policiaca.

Entre sus muchas experiencias, recuerda especialmente cuando el ingeniero Enrique Cárdenas del Avellano fue alcalde Victoria, y al colaborar estrechamente con él, sobrevolaron la Capital a bordo de un helicóptero para realizar distintas tomas aéreas, además de un sinfín de anécdotas en viajes junto a compañeros de otros medios para realizar la cobertura de algún evento fuera de Victoria, “me he paseado mucho”, dice con alegría.

El trato cotidiano con quienes trabajan en el sector público es algo que también influye mucho en la confianza, para bien o para mal, de quienes trabajan en los medios de comunicación y Héctor Vega ha aprendido con los años, a darse cuenta que hay de funcionarios a funcionarios.

“Cada político es muy diferente uno del otro, a muchos les gusta dar entrevistas, a muchos no, muchos traen mucha protección o empiezan así y ya después se hacen amigos, pero hay unos que ya van tres años y no quieren que ni siquiera se arrime uno, hasta nos ponen jaulas, o como se dice coloquialmente, corrales”.

Respecto a su cobertura en el deporte, especialmente hacia el equipo Correcaminos, Héctor dice que el hecho de ver sus fotografías en la edición impresa es algo motivante para él y para todo reportero gráfico.

“Eso es el alimento del fotógrafo porque uno quiere ver sus fotos publicadas al día siguiente y es bonito cumplir con su trabajo reflejado en las publicaciones, incluso ahora en redes sociales también, a mí me da gusto que meten hasta 20 fotografías y ponen ‘fotografías de Héctor Vega’, es una experiencia muy bonita”, señala.

 

EXPERIENCIAS INOLVIDABLES

Hablando también de Correcaminos, todas las experiencias que vivió sobre todo cuando el equipo militaba en el máximo circuito, son como un tesoro que guarda intacto en su memoria y en su corazón.

“Cuando Correcaminos estuvo en Primera División nosotros viajábamos con la porra del equipo… a mí me tocó ir a Ciudad Juárez, Monterrey, Irapuato, Toluca, Querétaro… en sí, a todos los estadios de los equipos que en ese entonces participaban en la Primera División Profesional y fue una experiencia muy bonita que nunca la voy a olvidar”, afirma.

En ese sentido, agradece el reconocimiento otorgado por el presidente de Correcaminos, Miguel Mansur Pedraza, quien acudió el viernes a esta casa editora para hacer entrega del mismo, sumándose a muchos galardones y trofeos que ha recibido en el pasado.

“Reconocimientos he tenido muchos por mi participación fotográfica, a veces por ser el mejor fotógrafo en las Ligas locales de futbol, de Zona Centro, de Veteranos, de la Liga Santander… infinidad de trofeos, eran más de 60, los doné a instituciones deportivas porque los mueve uno de un lado para otro y se me estaban desarmando, pero yo los arreglé y doné muchos”, sostiene.

Y agrega: “He recibido muchos reconocimientos, primeros y segundos lugares en participación de concursos de fotografía a lo largo de mi trayectoria de mis 45 años como fotógrafo aquí en Ciudad Victoria y en Tamaulipas”.

Por último, dice que seguirá realizando el trabajo que tanto le gusta hasta donde sus fuerzas lo permitan, contando siempre con el apoyo de toda su familia.

“Pues mientras Dios me permita y me dé vida, yo seguiré trabajando siempre y cuando me den la oportunidad en la empresa, porque yo he visto muchos compañeros que dejan de trabajar y se enferman cada rato, entonces yo no quiero que me pase eso, yo quiero seguir activo hasta donde la salud me lo permita”, concluyó.

https://youtu.be/ZctWiBJlvpY

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