A sus 18 años, Karen Vega, originaria del estado de Oaxaca, se dedica al modelaje profesionalmente, por el cual comenzó a interesarse cuando tenía 14 y hoy ha desfilado para importantes marcas mexicanas y lo más impresionante es que tuvo la oportunidad de ser la primera modelo mexicana en relatar su historia en las páginas de la revista de modas Vogue, la más prestigiosa de todos los tiempos.
Karen relató en esta revista de la edición de julio su historia en la incursión de la industria de la moda, sin duda un claro ejemplo de superación, derrotando los estereotipos y prejuicios raciales que a veces se encuentran en la industria.
Karen relató cómo fue que descubrió su vocación por el modelaje, mencionando que comenzó como un simple hobby y la buena voluntad de ayudar a la esposa de su abuelo, que era costurera y encargada de la manufactura de los diseños de una marca local, ya que ella era la encargada de medirse los vestidos que ésta fabricaba.
Acción que la hacía sentirse cómoda, por lo que poco a poco, a través de las redes sociales fue descubriendo las revistas de moda, como Vogue, y las lujosas marcas que presentaban en sus páginas modeladas por hermosas mujeres, por lo que empezó a soñar ser como ellas.
Su sueño se convirtió en realidad al tener la oportunidad de conocer al director creativo Pompi García, quien trabajaba en un proyecto con el fotógrafo Enrique Leyva en la ciudad de Oaxaca llamado Realismo Mágico, donde buscaban mostrar “más piel morena y nativa”, por lo que fue la candidata perfecta.
Señaló que en su primer photoshoot profesional estaba muy nerviosa, pero toda la producción la dejó deslumbrada; los maquillistas, vestuaristas, etc., por la grandeza de todo, algo a lo que no estaba acostumbrada.
Al tener buena aceptación “Realismo Mágico”, sus creadores no se quedaron atrás y abrieron su propia agencia de modelaje con talento local, llamada Talento Espina”, con la intención de presentar al mundo a jóvenes oaxaqueños a donde Karen se unió.
Fue entonces que la firma mexicana de moda Barragán hizo la invitación a Karen para participar en su desfile otoño-invierno 2020 en la Ciudad de México, al cual acudió luego de obtener el permiso de sus padres en compañía de su hermano mayor, para cumplir uno de sus más grandes sueños.
Señaló que esa experiencia fue un hecho muy importante para ella al descubrir lo llaman “mundo de la moda” y todo lo que se involucra en ello; ensayos, pruebas, etc., lo cual le encantó y se sintió cómoda, además de darse cuenta que muchas marcas están apostando por la diversidad y se alejan del marcado estereotipo de mujer europea para elegir modelos de sus pasarelas, lo que le ha ayudado a fortalecer su confianza y sentirse menos humillada a la hora de modelar.
Karen Vega aseguró que para desarrollarse profesionalmente ha tenido que ser fuerte, sin permitir ningún tipo de abuso en cualquiera de sus formas, por lo que hace escuchar su voz si algo no le parece.
Señaló que el modelaje mexicano tiene un largo camino por recorrer todavía ya que existen estándares muy altos con lo que la mayoría de las personas del país no pueden cumplir, ya que muchas no cuentan con la talla, la altura, el color de piel o con las exigencias que piden en un país donde no hay gente con esas características y eso es triste para quienes quieren construir un camino en esta industria.
Señaló que tiene la impresión de que en la industria mexicana se ignora mucho a la mujer sureña, por lo que ella quiere poner “su granito de arena” para darle representación a otro tipo de bellezas, que muchas veces son ignoradas y ser una inspiración para más personas.
Su sueño es que los medios muestren a las nuevas generaciones expresiones de igualdad y eduquen sobre las diferencias que “nos hacen bonitos a cada uno”.
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Con información de: milenio.com
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