abril 25, 2024
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julio 15, 2020 | 101 vistas

Alfredo Guevara.-

Cd. Victoria, Tam.-
Una eventual disminución en la exportación de ganado, producto de nuevas exigencias del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), es prematuro, consideró Julio César Gutiérrez Chapa.

Por el contrario, el presidente de la Unión Ganadera Regional de Tamaulipas (UGRT) consideró que la nueva regla no será impedimento para mantener el estatus sanitario, tomándose en cuenta que la mayoría de los productores han estado haciendo pruebas en su hato ganadero.

De hecho, señaló que para los ganaderos organizados fue una sorpresa la decisión que tomó el Departamento de Agricultura de los EU para la acreditación de exportar ganado, es decir, hacer dos pruebas, una del hato de origen y otra de exportación.

“Vamos a emprender acciones con el Gobierno y Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria para implementar estrategias en aras de dar cumplimiento a nuevas exigencias para seguir exportando”, señaló.

La idea es que, de manera breve, se tenga una nueva revisión de Estados Unidos y lograr la certificación del acreditado certificado, una vez que sea evaluado el hato ganadero de Tamaulipas, libre de tuberculosis y otra serie de enfermedades.

“Vamos a esperar al mes de noviembre, finales de diciembre para pedir nuevamente que vengan de Estados Unidos a realizar una revisión del hato ganadero de Tamaulipas, que constaten que estamos haciendo bien las cosas y que la sanidad del estado es una de las mejores”, aseguró.

Descartó que con el nuevo estatus sanitario, que está exigiendo USDA para la exportación de ganado, la Unión Ganadera Regional de Tamaulipas podría correr el riesgo de una disminución más adelante.

“Consideramos que es prematuro hablar de ese tema”, aseveró.

No obstante, dejó en claro que no será impedimento, toda vez que gran parte de los productores haciendo pruebas “tenemos vigencia de un año para presentar con esta nueva modalidad”.

Recordó que parte de los compromisos de los ganaderos es que cada cinco años se haga un “barrido”  para mantener un estatus sanitario, del que hasta ahora se tiene un gran avance.

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