El primer perro diagnosticado con el Covid-19 en Estados Unidos, un pastor alemán, murió a mediados de julio en Nueva York y sus dueños lamentaron que no se haya dedicado aún tiempo para investigar los efectos del virus en los animales.
El perro, de nombre Buddy, le encantaban los largos paseos y nadar, comenzó a tener problemas respiratorios a mediados de abril, mes en que cumplió siete años, de acuerdo con sus propietarios, la familia Mahoney.
Su dueño, que había estado lidiando con los síntomas del virus durante semanas, también arrojó positivo al Covid-19 mientras que Buddy desarrolló una mucosidad espesa en su nariz y comenzó a respirar forzadamente.
La familia recordó que fue muy difícil encontrar un veterinario que le hiciera la prueba del virus a su mascota, lo que tomó un mes mientras la salud del can continuaba deteriorándose. Había perdido peso y estaba letárgico.
Buddy fue tratado con antibióticos y luego esteroides al desarrollar un murmullo en su corazón.
Cuando encontraron una clínica veterinaria que aceptó realizar la prueba al pastor alemán, que arrojó positiva, mientras que Duke, otro perro de la familia de diez meses, fue negativa.
Cinco días más tarde, otra prueba mostró que Buddy ya no tenía el virus en su sistema y había desarrollado anticuerpos, confirmando que sí tuvo Covid-19, pero su condición continuó empeorando y tenía problemas para caminar.
Pero el pasado 11 de julio, tras comenzar a vomitar sangre, su familia optó por la eutanasia.
Una prueba de sangre que se le había hecho y cuyos resultados recibieron ese mismo día indicaron que el pastor alemán probablemente tenía cáncer.
La familia Mahoney lamentó que se conozca por ahora muy poco del virus en los animales porque las investigaciones se han centrado solo en los humanos.
Con información de: lopezdoriga.com
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