marzo 28, 2024
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octubre 20, 2020 | 349 vistas

Mauricio Zapata.-

El síndico segundo del Ayuntamiento de Victoria, Luis T. Aliyán, sí avaló más empresas fantasmas para cobrar del erario municipal casi medio millón de pesos mensualmente.

Según un documento en poder de El Diario, a través de una solicitud a la plataforma de transparencia, el funcionario suscribió un contrato con la proveedora Rebeca Jiménez Medrano, para contratos de publicidad.

El documento establece que la persona física tiene domicilio en la ciudad de Reynosa, Tamaulipas; sin embargo, se trata de un domicilio austero en el cual radica desde hace más de cinco años una familia ajena a Jiménez.

El contrato fue signado por Xicoténcatl González Uresti en su calidad de alcalde; José Luis Liceaga de León, así como por Luis T. Aliyán y la entonces coordinadora de Comunicación Social, Gloria Montalvo Padilla.

Esta persona expidió varias facturas por 464 mil pesos, así como una más por 255 mil 800 pesos, sin que se especifique el rubro para el cual prestó sus servicios a la administración durante el actual año.

El Diario acudió al domicilio fiscal que aparece en el contrato y se entrevistó con las personas que radican actualmente allí y manifestaron que ya tiene más de cinco años en esa casa.

Aunado a ello, en un sondeo con personal periodístico de diversos medios de la localidad, señalaron no conocer a esa persona, que de acuerdo con el contrato con el Ayuntamiento de Victoria presta servicios periodísticos, pero en ningún medio de esta Capital o de Reynosa tampoco labora.

Lo cual indica que la prestadora del servicio, o bien no existe o solo prestó su nombre para cobrar recursos bajo el argumento de publicar información del Gobierno municipal en medios de comunicación.

De hecho, en los buscadores de Internet no aparece ninguna publicación del Ayuntamiento capitalino bajo la firma de Rebeca Jiménez, y su número de celular que marca el contrato ya no existe.

Cabe hacer énfasis en que ese contrato fue avalado por el síndico Luis T. Aliyán, quien en una publicación reciente que solicitó a este medio aclaró que él no estaba facultado para ese tipo de contratos, además de que él no avalaría ningún acto de corrupción, no obstante, en este caso se está demostrando que sí lo hubo, ya que ni la empresa ni el nombre existen.

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