marzo 19, 2024
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octubre 21, 2020 | 184 vistas

Chantal Martínez Díaz.-

Los ángeles sí existen. Aquí en Ciudad Victoria hay almas especiales y en su caso hasta pudiera decirse que le hace honor al nombre. Santa Prisciliana Rodríguez Ibáñez tiene once años cumpliendo una gran misión: el rescate de los animales que nadie quiere, a los que la mayoría repele o les tiene hasta asco. Su labor radica en salvar la vida de seres como zarigüeyas, víboras, murciélagos, además de perros y gatos.

Ella es la encargada del refugio Santa Rosa de Lima, que en tres años ha rescatado a más de cinco mil zarigüeyas en su andar.

Al indagar sobre por qué se dedica a ello y la causa que la orilló a decidir intervenir por estos animales, ella misma revela que por costumbre familiar sus abuelos mataban las zarigüeyas o tlacuaches para extraer el cebo que, según decían, tenía bondades curativas.

“Desde que tenía seis años descolgaba los tlacuaches y me ganaba unos cinturonazos… y desde entonces me di cuenta que eso era lo que quería hacer, salvar esos animalitos, esos seres que no los querían”.

Hoy dirige el Refugio Santa Rosa de Lima, donde alberga aves y zarigüeyas, tlacuaches “rescato el animal que nadie es capaz de agarrar, no muy comunes que, aunque no nos gusten, son vidas, dependiendo los casos, perros y gatos siempre tienen un lugar para un animalito de ese tipo, albergues de perros y gatos son muchos y para los otros no”.

Desde que tenía seis años mi papá siempre nos inculcó el cuidado y respeto por los animales, en la colonia Sosa, donde vivían y se criaron, tenían un pequeño rancho, donde criaban marranos, vacas, chivas, burro, víboras, crecí rodeada de animales.

“Mis abuelitos son de Miquihuana, el cebo de tlacoache de las zarigüeyas es muy común, las desollaban, yo veía todo eso e iba y los descolgaba del mecate… tenía seis años y juré que un día iba a proteger esa especie, y empecé hace once años y eso fue lo que me hizo estar aquí, todos los animales sufren maltrato”

 

DE LAS MÁS MALTRATADAS

Pero las zarigüeyas son de las más maltratadas, cree que sirven para curar enfermedades y por eso las matan otros animales o incluso perros, gatos o la atropellan; para la zarigüeya todo ser vivo es un depredador.

Además existen muchos mitos que hacen que la gente les haga daño, pero no solo a las zarigüeyas sino que también agreden a los murciélagos, que los de aquí en Tamaulipas solo comen insectos y son polinizadores. Ahora con el covid-19 se acentuó este asunto, refiere.

 

BUEN OJO PARA EL RESCATE

Desde niña tenía buen ojo para el rescate, por ejemplo, le gustaba ir a las escalinatas del Santuario en Ciudad Victoria, donde es un sitio para el rescate, “tenía seis años, no tenía conciencia de las cosas, dije que iba a estudiar veterinaria, pero no tuve las posibilidades, sin embargo, eso no me ha detenido, además de que ha habido mucha gente que me ha ayudado al rescate de las especies”.

“Me gusta leer mucho, conozco gente que me ayuda”, refirió.

Hace un tiempo concursó para el premio del voluntario del año.

Ahora mismo trabaja con un grupo de rescatista, son como 20, forman el colectivo de rescate animal en la capital.

“Necesitamos mucho alimento, teníamos el mercado animalista, pero no nos hemos puesto desde que comenzó la pandemia, las ventas están muy bajas por Internet y no tenemos recursos”.

Por esta razón pidió que le echen la mano para sacar adelante los animalitos de su refugio, que en su mayoría requieren de cuidados especiales por sus condiciones”.

De entre lo que requieren están material de limpieza y alimento, material de curaciones.

En sus actividades realizan campañas de esterilización a bajo costo y utilizamos material para las heridas. El teléfono a disposición es el 834 852 0183.

Este uno y dos de noviembre tendrán el primer altar de muertos dedicado a las mascotas fallecidas a manera de agradecimiento y esperan que puedan vender sus productos y obtener mayores donaciones.

“Hay una leyenda que decía que para cruzar el río de la vida nos tenían que cruzar un perro, que cuando nos vieran nos iban a ayudar a cruzar… Les debemos mucho y de ahí salió la idea de montar el altar, que creo que es el primero para nuestras mascotas”

La dinámica consiste en realizar una caravana y acudir a las instalaciones del Refugio de Santa Rosa de Lima, tomarse la foto en el altar. La dirección es el Dos y Tres Guerrero, en la zona centro de la Capital.

“Estamos invitando a las personas a que nos manden las fotos de sus mascotas muertas, cualquier animalito, nosotros la ponemos las ofrendas, lo que comía en vida o su juguete favorito, que les pongan el nombre porque los guardamos”.

Al evento asistirán las participantes de Miss Teen, de Reynosa, Nuevo Laredo y Victoria, se van a vestir de catrinas y nos van a apoyar con una pasarela de mascotas.

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