abril 19, 2024
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diciembre 5, 2020 | 176 vistas

José del Carmen Perales Rodríguez

Cd. Victoria.- A través de una carta a los trabajadores del ingenio Xico, la Compañía Azucarera del Río Guayalejo descartó reanudar operaciones, al mismo tiempo que reveló que no cederá a las «pretensiones exageradas» en cuanto a liquidaciones e indemnizaciones que se le han presentado por parte del sindicato.

La misiva precisa que «como es del dominio público, por el excesivo costo de operación y en especial por venir resintiendo gastos extremadamente altos en la mano de obra sindicalizada, nuestra fuente de trabajo dejó de operar desde principios del mes de junio».

Lo anterior, detalla, al ser rechazada por la dirigencia de la Sección 103 del Sindicato de Trabajadores de la Industria Azucarera y Similares de la República Mexicana, la oferta de realizar un ciclo adicional de reparación y también la zafra 2020/2021.

La empresa añade que a pesar de lo anterior y en muestra de buena fe, «se continuaron pagando a los trabajadores de planta las equivalencias a sus salarios hasta principios del mes de agosto, quienes siguen inscritos ante el régimen de seguridad social y se siguen pagando las cuotas y aportaciones a cargo de la empresa».

Asimismo, da a conocer que desde el mes de junio y hasta el tres de diciembre en curso, se han venido celebrando múltiples pláticas conciliatorias con la intervención de funcionarios de todos los niveles de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social.

Añade que se ha solicitado la difusión de estas reuniones a la base trabajadora, en las que de manera reiterada se ha venido ofreciendo a los dirigentes sindicales la liquidación e indemnización que conforme a la legislación laboral corresponde.

«Lo que ha sido rechazado y en cambio se han recibido pretensiones exageradas, que además de no tener ningún fundamento rebasan la posibilidad económica de la empresa», apunta.

Finalmente, la empresa reitera su profundo pesar por el cierre de su centro de trabajo, que por más de 70 años constituyó un polo de desarrollo económico y social en la zona y también su mejor disposición al diálogo para llevar al cabo el pago de las liquidaciones e indemnizaciones que procedan, además de ayudar a reducir los efectos adversos de esta dolorosa decisión.

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