Isaiah Lieberenz, un fotógrafo de vida silvestre, de 16 años, de Illinois, capturó en vídeo la curiosa escena en la que una zarigüeya asustada se hizo la muerta delante de sus narices.
El joven se encontró con el pequeño marsupial yaciendo en el suelo completamente inmóvil con la mandíbula abierta, como si estuviera muerta.
La expresión de “hacerse la zarigüeya” existe en inglés y se refiere coloquialmente a hacerse el muerto.
Esta manera de engaño animal no es más que un comportamiento adaptativo también conocido como inmovilidad tónica o tanatosis y lo usan tanto como mecanismo de defensa, como una forma de mimetismo agresivo.
El animal que Isaiah se encontró estaba realmente viva, pero fingía hacerse la muerta y lo pudo comprobar acariciándole suavemente el lomo y observando cómo abría sus fauces.
Con información de: televisa.com
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