mayo 17, 2024
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enero 7, 2021 | 275 vistas

Francisco Ramos Aguirre

La primera migración china en Ciudad Victoria, se estableció a principios del siglo pasado en un terreno entre el 17 y 19 Carrera Torres y Abasolo. En esa misma época, existió otro asentamiento cantonés radicado en rancho El Tanque de Agua, al norte de la Ciudad, donde actualmente se localizan «los pilares del Capfce» y un módulo habitacional del Fovissste.

Entre los pioneros ciudadanos asiáticos que arribaron a esta Capital figuran: Juan, Jaime, Chon y Carlos Wong, quienes contrajeron matrimonio y establecieron en ese lugar, un huerto de hortalizas donde cultivaban calabacita guadalupana (verdura amarga), calabaza china, verdura orejona, acelga, espinaca, jengibre, zanahoria, betabel, apio y otros productos que ofrecían en el parián y el vecindario. La colonia china victorense se distinguía por ser trabajadores, disciplinados y discretos.

Los rasgos, costumbres y tradiciones de los chales como los llamaban por sus ojos rasgados, llamaron inmediatamente la atención. Los «amarillos» se granjearon la confianza de los vecinos, incorporándose a las actividades productivas. En 1918, Antonio Wong Fuk, León Yean,  Manuel Wong, Antonio Fong, Simón Foo Lin, José Lee, Vicente Cuán y Martín Wong Leo, fundaron varios negocios en la Capital tamaulipeca y Cámara Nacional de Comercio de la localidad.

Los nombres de sus establecimientos eran llamativos: La República, El Ancla de Oro, El Nuevo Cantón, La Oriental, La Brisa, Alcázar y otros que eran atendidos por los jóvenes: Federico Chío, Alfonso Wong, Enrique Wong, Federico Ang, Samuel Gow y Enrique Wong Poo Lee. También incursionaron en lavanderías de ropa, panaderías, hoteles y restaurantes.

Otro de los giros comerciales eran los cafés de chinos, vigentes durante varios años entre los comensales gracias a los precios y calidad del servicio: Eran famosos La Joaquina de Joaquín Lee, (13 Hidalgo y Morelos) donde preparaban el exótico platillo: Frijoles con papas y milanesa de res. El Café Alcázar de Pedro Wong y José Chío en el 15 Hidalgo, con espléndidas comidas a la carta y cervezas de todas marcas, el Café Central y el Hotel de Alfonso Wong Chew, El Café Hidalgo de Ernesto Wong, donde murió sobre una mesa el poeta Salvador Gil Acuña y El Café Turista de Juan Wong, con especialidad en pays de piña, crema, manzana y queso y bisquetes.

Sobre tiendas de abarrotes, fotógrafos y panaderías a partir de 1930, dejaron recuerdos: La Reforma de José Fon Fuk, Abarrotes en General de Roberto Chío Suhoo, Benito Won Fu -8 Hidalgo-, La Fama de Juan Wong Sing -Hidalgo y Tamaulipas- abarrotes y licores de mesa, Simón Wong Wing, Lee Ming y Cía. -Abarrotes en General- Hidalgo y Tamaulipas, Felipe Lem Wonsi -Abarrotes en General- Hidalgo No. 60 poniente,  Panadería El Nuevo Cantón especialista en pan de huevo y pan blanco, Antonio Wong Gang -Hidalgo y 11-, distribuidor de los Cigarros Sidar y Mamertos, Enrique Chew -Fotógrafo, calle Hidalgo-, especialista en amplificaciones, venta de polvo suelto y perfumes marca La Reina de París.

 

LOGIA CHINA

Para protegerse de los TANGS y bandas relacionadas con la mafia de juegos de azar, tráfico de drogas, trata de personas, contrabando y otras actividades ilícitas, principalmente en Tampico, los chinos victorenses fundaron en 1930 la Logia Masónica Chee Kown Tang en el 15 Hidalgo y Morelos. Sesionaban en su propio idioma y realizaban Tenidas Blancas con familiares y amigos. Felipe Wong, Juan Wong, Federico Chío, Manuel Lee y Won Chon, fueron grandes maestros admiradores de Confucio.

 

LOS CHINOS DEL CATORCE

Así se conocía una gran tienda de abarrotes del 14 Hidalgo en Ciudad Victoria. Las generaciones de victorenses de mediados del siglo pasado, añoran con aprecio este centro comercial a donde acudían las amas de casa a surtir despensas para sus hogares. En este comercio, los chinos ofrecían servicio de entrega domiciliaria en carretones y guayines, tirados por mulas. Entre sus propietarios figuraron José Wong Woo y Federico Ang.

Años antes, en el mismo sitio existió La Vencedora de José Wong Tip y Joaquín Chiu, quienes contrataron a varios de sus paisanos para atención en el mostrador. Al emigrar José a su natal China debido a la quiebra del negocio en 1929, el comercio pasó a manos de Ángel, Santos, Pedro y Federico Wong quienes le asignaron oficialmente el nombre La Popular con el lema «Víveres en General y Aspectos de Asia».

Todos los dependientes eran chinos y generalmente vestían a la usanza oriental, con alpargatas de cuero. En cada compra otorgaban el tradicional pilón que consistía en un alcatraz de papel con galletas o golosinas. En enero de 1951 se incendió una de las bodegas. El saldo fueron varios heridos entre ellos Manuel Torres panadero de La Moderna y las pérdidas ascendieron a 12 mil pesos. En noviembre del mismo año, falleció José Sam establecido en el Mercado Argüelles. En 1971, la tienda cerró sus puertas.

 

PERSECUCIÓN CHINA

Acusados de brindar apoyo a grupos opositores durante la Revolución Mexicana, los chinos fueron víctimas de represalias en varias ciudades. Una de ellas Torreón, cuando en mayo de 1911 un grupo de maderistas irrumpió en esa población, en un afán de mostrar su poderío. Los rebeldes incendiaron oficinas públicas, casinos, haciendas, comercios y un banco de chinos. Después de saquear una lavandería de ropa, sus propietarios y empleados, fueron masacrados a pesar de rendirse, mientras eran obligados a gritar: ¡Viva Madero! En esa célebre acción, los revolucionarios saquearon el Banco Chino y mataron a 303 orientales.

La represión nacional anti china, continuó su curso en Mante, Xicoténcatl y Tampico, donde hubo destrucción de negocios. Ahí se formó la organización Pro Raza, encargada de persecuciones y hostigamiento. En tanto en Ciudad Victoria las autoridades consignaron a varios, acusándolos de fraude en el peso de mercancías. En 1930 en pleno maximato, el presidente municipal Carlos A. Montemayor, ordenó apresar a trece orientales acusados de robo de pesa.

Por esos años Calles, expulsó docenas de orientales de Mante y la Hacienda Nuevo Cantón donde realizaban actividades agrícolas, utilizando alta tecnología en maquinaria e irrigación de la época. En esa región operaban más de cincuenta agricultores chinos con el filósofo José Foon Chuk, expertos en la siembra de caña de azúcar, árboles frutales, ajonjolí y arroz. Chuk sobrevivió a la matanza en Torreón. Gracias a expulsión masiva de chinos en esta región, resultaron beneficiados Gregorio Osuna, Plutarco Elías Calles, Fernando Torreblanca y Aarón Sáenz, propietarios de las mejores tierras de cultivo.

 

LOS FUMADEROS DE OPIO

La mafia china, operaba principalmente en Tampico, Mexicali, Hermosillo, Guaymas, Los Mochis, Tijuana y la capital del país. Sus miembros regenteaban casinos de juego, prostíbulos y fumaderos de opio. Los más célebres de la Ciudad de México, se ubicaban en las calles Tarasquillo, Dolores y Victoria cerca de la Alameda Central. El tráfico de droga era regenteado por Miguel Chong.

En 1923, su presencia en Tampico salió a la luz pública cuando El Demócrata, acusó al alcalde Juan López de tolerar el vicio y prostitución en el puerto: “Y si a Tampico se le enclavara un ancho techo desde la Terminal hasta la Laguna del Carpintero, la ciudad inmensa, la ciudad petrolera se presentaría como un antro infernal con sus fumaderos de opio, sus garitos públicos, casas de escándalo, palenque de gallos, Parque Magnolias, vividores de oficio, traficantes de blancas y expendios de drogas heroicas”.

Han transcurrido más de cien años de aquel proyecto fallido de colonización extranjera en 1892, que pretendía asignar terrenos en Tamaulipas a familias de origen chino. Lo mismo sucedió a principios del XX, cuando llegó a Victoria el ingeniero italiano Enrique Gay a reconocer los terrenos para colonos italianos. Dice El Monitor Republicano «…damos la bienvenida y esperamos de su ciencia las resoluciones más acertadas en favor de los colonos». Como sucede actualmente, ser migrante representa un desafío a barreras geográficas, idioma y cultura.

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