abril 26, 2024
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febrero 2, 2021 | 215 vistas

Rubén Jasso.-

Pinturas, papel periódico, una escalera y diversas herramientas, pero sobre todo mucha imaginación, son parte del diario vivir de Iván González Presas, un joven muralista, pintor y dibujante que ha venido plasmando su talento por distintos rumbos de Victoria, ya sea en restaurantes, gimnasios, oficinas y también en casas particulares.

Escuchando música para inspirarse y con mucha paciencia, pero seguro de lo que hace, va plasmando en paredes y otras superficies la idea de quien lo contrata, aunque también le pone “sal y pimienta” de su parte para complementar el trabajo y ver realizados cada uno de sus proyectos.

El talento lo trae desde niño, pero él mismo refiere que desde hace año y medio aproximadamente, se ha metido de lleno a desarrollar sus habilidades que además le permiten ganarse el sustento para él y su familia.

“Desde muy pequeño lo que es el dibujo y la pintura me han llamado la atención, no lo había visto como mi forma de vida y de sustento, hasta hace ya un año y medio que entramos de lleno a lo que son los murales, algo de rótulos, lo que son trabajos más detallados y ahora sí que nos llamó la atención, nos gustó y es mi manera de vivir, de expresarme y ahora sí que encantado de la vida”, dice al iniciar la charla.

Y aunque dice no llevar la cuenta de los trabajos que ha realizado, si refiere que son un buen número.

“He hecho desde trabajos pequeñitos, uno de los murales de los que he terminado hace poco está en el restaurante de mariscos Ponte Trucha, ahí hice tres murales, (también) en el gimnasio Bit House, he trabajado para la UPD de Prensa Libertad, le hice unos murales a don Santiago Ruiz que en paz descanse, en el Parque La Loma colaboré también con un compañero y también hicimos un mural en Derechos Humanos, ahora sí que ya no me acuerdo pero tengo bastantes”.

 

SAL Y PIMIENTA

Al cuestionarlo de cómo nace y se va desarrollando una idea, Iván González explica que todo es paso a paso, desde escuchar a quien requiere de sus servicios hasta ponerle su “sazón” a lo que plasma.

“Me gusta escucharlos y en base a su idea principal realizo un boceto, un trabajo a lápiz, algo rápido y sencillo y me gusta escucharlos porque veo que les gusta, de que se trata, como se llama el negocio y en base a eso hago una ‘lluvia de ideas’ en ese momento y ya le pongo ‘sal y pimienta’ de mi cosecha”, explica.

González Presas asegura que no necesariamente se requiere ser un buen dibujante, más bien se trata de aprovechar el talento y saber utilizar los recursos que tiene a la mano un muralista o pintor.

“Con que te guste pintar o plasmar lo puedes realizar, hay muchas maneras para poder realizar a grandes escalas ya sea dibujos o lo que quieran, hay técnicas que te pueden apoyar bastante para poder realizar un buen trabajo”, dice.

Al momento de la entrevista, Iván realizaba un trabajo para un gimnasio, trazando primeramente un boceto de unos guantes de box para posteriormente dar “vida” a la idea ya con todo el material, pinturas y herramientas que comúnmente utiliza.

“Ahorita estoy utilizando lo que es un aerógrafo y se utilizan pinturas de esmaltes para que te den un acabado diferente, aunque también se pueden utilizar lo que son pinturas vinílicas, acuarelas, óleos, que se utilizan con pinceles, ya cada quien va agarrando una técnica diferente”.

Igualmente, dice que sabe utilizar la técnica que se llama pastel, “incluso con un lápiz y una hoja puedes realizar un retrato, que también me fascina realizarlos a colores y escalas de grises”, agrega.

Además de la aerografía, Iván González señala que también domina la técnica del carboncillo, de lápiz, de pastel, de óleos y el spain paint, así como la acuarela y aunque reconoce que esta última no es “su fuerte”, se aplica al máximo cuando se requiere utilizarla.

 

AMIGOS QUE ENSEÑAN

En ese sentido, el joven muralista agradece a muchas personas que en el camino le han compartido sus conocimientos y que le han permitido dar siempre el máximo en cada una de las obras que realiza.

“Ahora sí que agradezco a mis amigos, a mis hermanos que me he topado en el camino y me han enseñado algunos tips, está Alejandro que me ayudó bastante, Ramón, Máster Serigrafía también un excelente compañero y en base a ellos me he apoyado, al ‘profe’ Carlos Sánchez también, a mi maestra de secundaria que fue la que me inspiró, Eva Durán, ella fue la que me enseñó los primeros pasos de lo que fue lápiz, óleo y pastel”, recuerda.

Por el momento y debido a las circunstancias que se viven por la pandemia del covid-19, González Presas reconoce que es complicado acudir a otras ciudades a intercambiar experiencias, pero es algo que no descarta en el futuro.

“Me encantaría, estaría fascinado, he visto trabajos por medio de Internet de otras ciudades y tienen un excelente acabado, una excelente mano y me gustaría dar un siguiente paso que es salir fuera, yo siempre he dicho que no me sé todo y nunca terminas de aprender”.

Por esa razón, el artista se muestra sumamente agradecido con aquellas personas que le han dado la oportunidad de ampliar sus conocimientos, “aunque sea observando puedes apoyarte bastante y puedes aprender mucho”, refiere.

 

GAJES DEL OFICIO

Las anécdotas no pueden faltar en la labor que desempeña Iván González Presas, aunque toma las cosas con humor a sabiendas que son “gajes del oficio”, de ahí que se toma las cosas con calma y realmente disfruta lo que hace, dejando literalmente, huella en varios lugares de Victoria.

“Si nos ha tocado estar en lo alto, en andamios, en escaleras, a veces estás pendiendo de un hilo, hay cables de luz, tienes que estar muy al pendiente de todo, me ha tocado que he rotulado gimnasios en la parte de afuera en frio, en calor, en la lluvia”.

En lo que se refiere al tiempo que invierte en cada obra que realiza, el muralista explica que depende de la dimensión, pero siempre trata de hacer las cosas con calma y puede tardarse unos días, una semana, 15 días o a veces hasta un mes “para no andar a las carreras”.

Y una vez terminado el trabajo que le solicitan, lo que más le llena de orgullo a Iván es darse cuenta de la satisfacción de la persona que lo contrató al ver plasmada su idea en una pared, en un cuadro, o en otros espacios, como el techo, por ejemplo.

“Me llena de emoción, me satisface mucho, me enorgullece que puedan ver mi trabajo, que lo puedan admirar, que les guste, yo sé que todavía me falta mucho que aprender y sigo aprendiendo a manejar diferentes técnicas, pero en lo poquito o mucho que puedo aportar me llena y me agrada mucho”, afirma.

Por último, comparte que así como otras personas le han transmitido sus conocimientos, también a él le gustaría enseñar lo que sabe hacer a las nuevas generaciones.

Claro que sí, de hecho, estoy sentando un proyecto para poder compartir diferentes técnicas y en lo que yo pueda ayudarles, lamentablemente ahorita por la situación no se ha podido realizar, pero sí me encantaría después ya que toda esta situación cambie y que haya oportunidad, abrir un taller para poder compartirles un poquito, igual hacer la invitación a diferentes compañeros para que vayan y aporten y los apoyen”, señala.

Respecto a los medios de contacto, el artista refiere que pueden encontrarlo mediante la cuenta de Facebook Iván González Presas, así como otra llamada Toxic Paint, además de estar a disposición el correo electrónico [email protected] para aquellas personas que requieran de sus servicios.

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