mayo 21, 2024
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abril 13, 2021 | 105 vistas

El gran actor inglés Anthony Hopkins protagoniza una de las cintas nominadas al premio Óscar 2021 para Mejor Película, luego de haberse convertido en una estrella pop con el personaje de Hannibal Lecter en la espectacular saga criminal de “El Silencio de Los Inocentes” que lo encumbró, Hopkins se va al lado opuesto, para subordinarse ahora a una producción fílmica pequeña en la que todo es actuación en su sentido más puro.

Con la primera incursión en el cine del dramaturgo francés Florian Zeller es un relato de ingeniería compleja que sirve como soporte a las actuaciones excepcionales de Hopkins y Olivia Colman en este retrato de un hombre mayor que enfrenta las consecuencias de la demencia senil, a contracorriente de otros filmes también nominadas al Oscar para mejor película, vale más por su concepción y ejecución que por su discurso ideológico o su agenda social.

Hopkins alcanza el momento más elevado de su lustrosa trayectoria histriónica con “El Padre”, interpretación que es uno de los grandes legados que dejará a la cinematografía universal, ya que el dramaturgo Florian Zeller decide adaptar a la pantalla grande su propia puesta en escena, y recurre al maestro Christopher Hampton, que hace un guion compacto de pocos personajes y cargado de emociones desesperadas, entre personas que ya no pueden llegar a entendimientos.

En la sencilla pero emotiva trama de esta historia, el personaje de Anthony (Hopkins) es un anciano que enfrenta un cuadro de demencia senil, una situación que se vive en muchos hogares en todo el mundo. El escenario único es un apartamento, en el que es atendido por su hija Anne (Olivia Colman), que pacientemente vela por él y trata de imponerle una cuidadora. La situación se vuelve complicada por los desvaríos del viejo, y su reticencia a ser cuidado por una desconocida que, supone, podrá hacerle daño.

Anthony con sus 80 años, algo travieso, mordaz y que tercamente ha decidido vivir solo, rechaza todos y cada uno de los cuidadores que su hija Anne intenta contratar para que le ayuden en casa. Anne está desesperada porque ya no puede visitarle a diario y siente que la mente de su padre empieza a fallar y se desconecta cada vez más de la realidad. Dado el ir y venir de sus recuerdos ¿cuánto de su propia identidad podrá recordar con el paso del tiempo? Anne sufre la paulatina pérdida de su padre a medida que su mente se deteriora, pero ¿no tiene ella derecho a vivir también su propia vida?

Zeller, con magistral sentido del espacio, lleva a la pantalla la obra de teatro. Estos seres atribulados se mueven frente a la cámara con trazos muy precisos, como si estuvieran en el escenario, ante a un público que los mira empático desde las butacas. Por supuesto que Hopkins es el eje de la acción. Los personajes entran y salen a cuadro mientras él, angustiado, no consigue identificarlos. La memoria lo traiciona, y siente que unos son otros, en un desfile de rostros familiares a los que les da nombres equivocados, porque su noción del mundo se ha deformado.

Mi 9 de calificación a este drama familiar íntimo, donde sobresale la improvisación con un fenomenal Hopkins que se conduce solo, como si el director le hubiera dado completa libertad para moldear el papel, confiando en sus resortes internos. Se percibe que se grabó en primeras tomas, por la poderosa interpretación del anciano, que se conduce con gracia espontánea, a veces como un adolescente jubiloso y otras como un viejo amargado. En un mágico desdoblamiento, Hopkins se encuentra en una edad en la que se supone que debieran fallarle los reflejos, pero el talento prevalece.

“El Padre” ha dejado boquiabiertos, con lágrimas en los ojos y ensimismados a nosotros los espectadores con una dirección de actores espectacular, con un montaje de lujo, y con dos de los mejores actores del mundo, Anthony Hopkins y Olivia Colman, en estado de gracia permanente. Puro cine de la mano de un dramaturgo francés que se estrena en el séptimo arte, con un inmenso filme de sobrados méritos, en la carrera más larga de la historia de los premios Oscar, este filme es sencillamente, espectacular y también un muy emotivo drama familiar.

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